Mi lista de blogs

lunes, 24 de diciembre de 2012

EN LLAMAS, Suzanne Collins

SUZANNE COLLINS, En llamas, Molino, Barcelona, 2012, 416 páginas.

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   Katniss Everdeen sigue viva tras ganar los Septuagésimo Cuartos Juegos del Hambre.
   En los Septuagésimo Quintos Juegos, se celebrará la Ceremonia de Vasallaje en la que el Capitolio podrá modificar algunas normas de los mencionados Juegos, esto obligará a Katniss a regresar a la arena y enfrentarse a los múltiples peligros.

María Peteiro

viernes, 21 de diciembre de 2012

NO SOY PERFECTA, Jimmy Liao

JIMMY LIAO, No soy Perfecta, Barbara Fiore, Cádiz, 2012, 128 páginas.


Éste es el perfecto amor platónico.



Todos los chicos a los que no pude amar
rozaron la perfección por unos momentos.

Si aquellos a quienes amo no me corresponden,
¿qué puedo hacer?
Si él no me quiere, ¿debo seguir amándolo?

El amor perfecto no existe.
¡Qué rabia!

jueves, 20 de diciembre de 2012

FLOR DE TODO LO QUE QUEDA, Ramón Gómez de la Serna


RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA, Flor de todo lo que queda, Edelvives, Zaragoza, 2012, 128 páginas. Selección: Raúl Vacas e Isabel Castaño. Ilustraciones: Pablo Amargo.

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La cosedora de sábanas cazó un oso blanco con su máquina de coser
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La máquina de coser es el aparato cinematográfico de las sábanas blancas.
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Todas las sábanas que guarda la luna son sábanas de hilo.
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En los carretes de hilo hay unos cuantos maíces de película íntima.
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Es bonito ese gesto con que la mujer que enhebra la aguja le retuerce el bigote al hilo.



martes, 18 de diciembre de 2012

SOY FELIZ, NO ME PREOCUPO, Jimmy Liao

JIMMY LIAO, Soy feliz, no me preocupo, Barbara Fiore, Barcelona, 2012, 128 páginas.

MARCO POLO, Yue Hain-jun & Juan Manuel Soldevilla



YUE HAIN-JUN & JUAN MANUEL SOLDEVILLA, Marco Polo. La ruta de las maravillas, Vicens Vives, Zaragoza, 2004, 66 páginas. Ilustraciones: Robert Ingpen.




CERVANTES, Eduardo Murias de Aller & Antonio Rey Hazas



EDUARDO MURIAS DE ALLER & ANTONIO REY HAZAS, Cervantes. Un escritor en busca de la libertad, Vicens Vives, Zaragoza, 2004, 64 páginas.





SCOTT Y AMUNSEN, K.T.Hao & Monserrat Fullà




K.T. HAO & MONTSERRAT FULLÀ, Scott y Amundsen. La conquista del polo sur, Vicens Vives, Zaragoza, 2004, 80 páginas. Ilustraciones: Robert Ingpen.

EL JEFE SEATTLE, Lia Si-yuan & Monserrat Fullà

LIU SI-YUAN & MONTSERRAT FULLÀ, El jefe Seattle. La voz de un pueblo desterrado, Vicens Vives, Zaragoza, 2004, 64 páginas. Ilustraciones: Robert Ingpen.

 



ABECEDÉ DIARIO, Raúl Vacas

RAÚL VACAS POLO, Abecé diario, Edelvives, Zaragoza, 2012, 64 páginas. Ilustraciones: Elena Queralt.


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R, DE RECUERDO

Los recuerdos son ratones
que roen los corazones.

Si te he visto no me acuerdo:
me han roído este recuerdo.

CUENTOS DE INVIERNO, Grégoire Solotareff


GRÉGOIRE SOLOTAREFF, Cuentos de invierno, Anaya, 2004, 211 páginas.
                                             
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 23 de diciembre
                                                      
DIOS FABRICÓ LA TIERRA EN SEIS DÍAS       

   Había llegado el momento en que Papá Noel tenía motivos para preocuparse. No le quedaban más de veinticuatro horas para terminar algunos centenares de millones de regalos, y no se puede decir que sea mucho tiempo veinticuatro horas.
   «Después de todo —pensó—, si todos los años me ha dado tiempo, en una sola noche, a visitar mil millones de casas, descender por mil millones de chimeneas, colocar los regalos alrededor de mil millones de abetos, y regresar después a mi casa, tengo tiempo de sobra  para terminar todos mis regalos en veinticuatro horas. ¡Dios fabricó la Tierra en seis días! ¡Yo no soy Dios, pero vamos!».
   ¡Se estaba tan bien en su pequeño dormitorio! El fuego chisporroteaba en el hogar, la cama era tan mullida, el té estaba tan calentito... Bebió primero un sorbo, luego otro, hasta que yació completamente la taza, después, la volvió a colocar con cuidado en su  platito y se durmió.
   Cuando se despertó, todavía era de noche. ¿O más bien ya era de noche?
   Los duendes llevaban ya un buen rato llamando a su puerta, muy despacito, unos más agobiados que otros, sin atreverse a entrar.
   —Maestro... Tiene que despertarse —decían—. ¿Maestro? —algunas veces lo llamaban así.
   —Sí, sí, ya voy; está bien, ¡ya me levanto! —dijo Papá NoeI—. Traedme mi bata.
   —Faltan unos seiscientos sesenta millones de regalos...—dijo tímidamente el duende responsable del taller.
   —¿Cómo vamos a arreglárnoslas? —preguntaron otros, inquietos, mientras ayudaban a vestirse a Papá Noel, que no sabía hacerlo solo—. ¡Ya no hay tiempo; ¡Es horrible!
   —Bueno —dijo Papá Noel—, estoy seguro de que centenares de millones de niños insoportables que se merecen regalos este año. No iré a sus casas. ¡Ya está!
   —Pero ¿cómo sabrá que realmente han sido insoportables?
   —Yo sé muchas cosas, monines; a ver qué os creéis!
   En realidad, no tenía ni idea de nada, por supuesto.
   Y este es el motivo por el cual muchos niños, insoportables o no (acaso no son todos los niños más o menos) insoportables?), no tuvieron regalos de Navidad ese año.
   Pero ¿alguien se acuerda de ello? Por lo general, esas se olvidan si no nos han pasado a nosotros.

jueves, 13 de diciembre de 2012

CADENA, Rubén Abella



CADENA

León se estaba afeitando cuando su mujer le recordó que era un inútil. El dinero no alcanzaba y, además, hacía meses que no cumplía con sus deberes carnales.
Si ya me lo decía mi madre: cuidado, Blanca, que éste de macho no tiene más que el nombre.
Tres horas después León montó en cólera porque Paloma, la becaria de la asesoría, le trajo el café frío. Aprovechó la inercia del rapapolvo para reconvenirla también por sus fotocopias ennegrecidas y su falta de garbo.
¡Yo no sé qué os enseñan en la universidad! —exclamó, devolviéndole el vaso de plástico.
Poco antes de comer, Paloma recibió una llamada de Blas. Echaba mucho, mucho, mucho de menos a su pichoncito, dijo, y quería saber cómo estaba.
Te he dicho muchas, muchas, muchas veces que no me llames al trabajo. A ver si en vez de echarme tanto de menos, empiezas a respetarme un poco —lo interrumpió Paloma en un susurro malhumorado, y colgó el teléfono.
A última hora de la tarde, mientras repartía pizzas en la moto, Blas estuvo a punto de chocar contra un coche mal aparcado. Para resarcirse le rayó la chapa con una moneda y escribió en el parabrisas: «APRENDE A APARCAR, MAMÓN, QUE CASI ME MATO».
Rolando se quedó atónito al cerrar la papelería y ver el coche estragado. Se montó maldiciendo en voz alta, calculando los costes del arreglo, esperando que Merche tuviera la cena lista cuando él llegase a casa. Si no, se iba a enterar.

Rubén Abella, Los ojos de los peces, Menoscuarto, Palencia, 2010, páginas 116-117.

martes, 11 de diciembre de 2012

TODA LA DICHA CABE EN UNA LÁGRIMA, José Manuel Caballero Bonald & Man Ray






TODA LA DICHA CABE EN UNA LÁGRIMA

Fortalecido en la traición, el cuerpo
contempla un día la frustrada huella
de la felicidad, fuego engendrado
en cautelosa nieve, donde sólo
perviven ya rescoldos, momentáneos
delirios, rebeldías, simulacros
de desnuda agresión. Estéril
ya el olvido, toda la dicha cabe
en una lágrima, toda la culpa
en un recuerdo.

                           Así la carne yergue
su gastada mentira frente al rostro
fugaz de la verdad, emblema despiadado
de lo que no se puede poseer,
pasión que muere cuando está naciendo.


JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD, Memorias de poco tiempo, Ediciones Cultura Hispánica, Madrid, 1954.
 

lunes, 10 de diciembre de 2012

RECETA PARA ESTAR ALEGRE, Blanca G. Álvarez

Blanca G. Álvarez

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RECETA PARA ESTAR ALEGRE
  1. Abrir los ojos 
  2. Escuchar el sonido del mundo 
  3. Dar vueltas sobre uno mismo como una peonza 
  4. Cantar y bailar y, después, bailar y cantar 
  5. Amanecer por la mañana, atardecer con el sol (vale ponerse naranja), y dormir por la noche 
  6. Darse besos en los brazos


Idea e interpretación: Blanca_G_alvareZ http://blancagalvarez.blogspot.com/
Música: Juan Jaen http://www.juanjaen.com/

Fotografía y video: Jorge de la Torre http://www.lagalerie.be/jorgedelatorre/index.htm
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EVA MANZANO & MÓNICA GUTIÉRREZ SERNA, Recetas de lluvia y azúcar, Thule Ediciones, Madrid.




sábado, 1 de diciembre de 2012

EL ÚLTIMO PÁRRAFO, Raquel Vázquez Díaz



EL ÚLTIMO PÁRRAFO



   La tibia luz de esta noche es perfecta para el crimen final, piensa el escritor deslizando sus ojos por la ventana antes de atacar de nuevo el papel. Un desenlace impactante, algo imprevisto, le encargaron, así que debe esmerarse en la sorpresa, aun luchando contra la distracción de ese ruido en la calle. Quiere concentrarse, inclinándose más sobre el escritorio al escuchar abrirse la puerta, quiere seguir pero ya no puede cuando se vuelven nítidos unos pasos en la escalera, eco impecable a las palabras sobre el asesino que también avanzaba subiendo en su cuento. El miedo acalla cualquier duda: rápidamente rasga las hojas, buscando deshacer la historia que a su personaje, que a él mismo iba a sucederle.
   Suspira aliviado sólo porque el ruido del papel le impide oír una carrera detrás, una respiración que no es la suya. Sobre su espalda, un cuchillo escribe el punto y final.

   Raquel Vázquez Díaz

  1. Resume la historia. [1 punto]
  2. Comenta, ilustrando tus argumentaciones con ejemplos del texto, por qué éste es un texto narrativo. Elementos de la narración. [1 punto]
  3. Desarrolla el tema ....  [2 punto]
  4. Desarrolla el tema .... [2 punto]
  5. Busca en el texto dos ejemplos de unidades simples y dos ejemplos de unidades que presenten recursividad [1 punto]
  6. Analiza las oraciones siguientes señalando las funciones sintácticas oracionales. [1,5 puntos]: Aquella novela me había atrapado desde las primeras líneas. / Volvió a llover por la tarde. / Yo me identificaba con él.Ésa era la trama de la novela.
  7. Identifica el tipo de unidad y función desempeñada en la unidad superior por los elementos subrayados en el texto, siguiendo el modelo, línea 1 la (artículo en función de DETERMINANTE de frase nominal) [1,5 puntos]



miércoles, 28 de noviembre de 2012

CON FALDAS Y A LO LOCO, Billy Wilder



BILLY WILDER, Con faldas y a lo loco, 1959, 120 minutos.
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   Esta comedia protagonizada por la famosa Marilyn Monroe, Tony Curtis y Jack Lemmon  (titulada originalmente Some Like It Hot) retrata ambientes de la mafia de los años 20. Dos músicos se ven obligados a huír a Florida en una banda femenina, disfrazados de mujeres, porque son testigos de un asesinato cometido por uno de los grandes mafiosos. Cuando están en Florida uno de ellos se enamora de la protagonista femenina y el otro enamora a un millonario. No puedo decir más pero si quereis saber que sucede al final solo teneis que verla. Sólo diré que la última escena está clasificada como una de las más famosas de la historia del cine. Ganó un Oscar al mejor vestuario en blanco y negro.


Sara Martínez


viernes, 23 de noviembre de 2012

EL TEXTO: CARACTERÍSTICAS Y TIPOS, Rosalía Doporto


EL TEXTO: CARACTERÍSTICAS Y TIPOS

   El texto es una unidad de comunicación. Puede ser oral o escrito. La mayoría de las veces es oral.
   Las características del texto son: es independiente y expresa un mensaje con sentido completo.
   La independencia es la propiedad por la cual el texto tiene punto principio, punto final y pausas varias. En la oralidad estas pausas se expresan con los distintos tipos de silencios. En la escritura se representan mediante los signos ortográficos. En ambos casos, son la representación de la función fática del lenguaje.
   Los textos están formados por párrafos, que son unidades de comunicación que expresan una parte del texto.
   La sangría es la letra mayúscula con la que se empieza un párrafo.
   Es muy importante escribir textos sin alterar la adecuación. La adecuación consiste en disponer el texto conforme a la finalidad que pretende. Los usos sociales modifican las circunstancias de la adecuación.
  
   Los distintos tipos de textos son: el narrativo, narra los hechos ficticios o reales que le ocurrieron a un personaje o persona en un lugar y en un tiempo; el texto descriptivo, dibuja con palabras personajes, cosas, animales, sentimientos y sensaciones; el texto dialogado, es el intercambio de palabras entre dos o más interlocutores; el texto expositivo, expone ideas; el texto argumentativo, defiende mediante argumentos la postura que mantiene un hablante sobre un tema; el texto instructivo, expone paso a paso cómo realizar una cosa.

ROSALÍA DOPORTO

miércoles, 21 de noviembre de 2012

LOS ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN Y LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE, Rosalía Doporto


LOS ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN Y LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE

   Los seres humanos, a no ser que padezcamos un trastorno, hemos desarrollado la facultad del lenguaje, que nos permite comunicarnos: transmitir la información para encontrar un lugar mejor en el mundo para nosotros.
   Los seres humanos utilizamos el lenguaje para las siguientes finalidades: explicar el mundo, expresar nuestro mundo interior, nuestros sentimientos y opiniones; para decir que la comunicación puede empezar, tiene que terminar y que es fluida; para explicar los lados oscuros del lenguaje (para saber qué nos dice) y también la utilizamos muchas veces por su belleza (en muchos casos a esa belleza se le puede llamar literatura).
   Todas estas finalidades están relacionadas con los seis elementos del proceso comunicativo: el emisor, el receptor, el mensaje, el canal, el código y el referente.
   Para que haya comunicación tiene que haber un emisor y un receptor (estos pueden llegar a ser la misma persona), y tienen que utilizar un mismo código. El código es el conjunto de signos y el manual de instrucciones (gramática: las reglas de los usos de la lengua). Utilizar un mismo código no garantiza que la comunicación sea absolutamente plena.
   Los seres humanos se comunican atendiendo a unas finalidades, lo que origina las funciones del lenguaje. Distinguimos varias: la función representativa, nos sirve para informar de unos hechos al receptor; la función emotiva, nos sirve para expresar nuestros sentimientos, opiniones…; la función fática, se produce cuando el mensaje se utiliza para explicar el buen funcionamiento del canal; la función apelativa, nos sirve para convencer al receptor de que haga algo; la función poética, se produce cuando el mensaje no es importante por lo que dice, sino por la forma que presenta; la función metalingüística es aquella que empleamos cuando el mensaje intenta explicar el código.

ROSALÍA DOPORTO

martes, 20 de noviembre de 2012

EL PRÍNCIPE DE LA NIEBLA, Carlos Ruíz Zafón



CARLOS RUIZ ZAFÓN, El príncipe de la niebla, Planeta, Barcelona, 2006, 200 páginas.

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   Los Carver se mudan a una casa de la costa por los destrozos y el peligro que causaba la guerra en la ciudad en la que vivían. Allí Max, uno de los tres hijos de la pareja, descubre la historia de la familia que había habitado la casa antes. Su hijo, Jacob, es perseguido por El Príncipe de la Niebla debido a una promesa que le había hecho a este mago el padre del niño.
   La historia que cuenta esta novela te atrapa por su intriga, además mezcla un conjunto de aventuras con terror en estado puro y con una historia de amor.

Pablo Martínez

lunes, 19 de noviembre de 2012

OXÍMORO, Federico Mompou, Jenny Lin & Andrés Muschietti



  




  Un oxímoro es la reunión en una misma frase de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que originan un nuevo sentido.

   Por ejemplo: Música callada (Federico Mompou), muertos vivientes.

   En Retórica, el oxímoro, dentro de las figuras literarias, es una de las figuras lógicas. Otra de sus denominaciones es "contradictio in terminis". Consiste en armonizar dos conceptos opuestos en una sola expresión, formando así un tercer concepto. Dado que el sentido literal de un oxímoron es ‘absurdo’ (por ejemplo, «un instante eterno»), se fuerza al lector a buscar un sentido metafórico (en este caso: un instante que, por la intensidad de lo vivido durante el mismo,  hace perder el sentido del tiempo).

viernes, 16 de noviembre de 2012

VÍCTIMA DE UNA FASHION VICTIM, Gala Illanes


VÍCTIMA DE UNA FASHION VICTIM.

   Primero me utilizas, luego me olvidas. Después me encuentras y me reemplazas.
   Finalmente me dejas tirada, abandonada y sucia en una esquina.

GALA ILLANES

viernes, 9 de noviembre de 2012

EL NACIMIENTO DEL SÉPTIMO ARTE



EL NACIMIENTO DEL SÉPTIMO ARTE

   A finales del siglo XIX diversos investigadores de distintos países (los Lumière, Edison, Eastman, los hermanos Skladanonwsky) consiguen grabar imágenes en movimiento.


   No obstante, todavía no ha nacido el séptimo arte.
  
   Las primeras exhibiciones sirven para mejorar espectáculos de magia: el cine, pues, es sólo, en los mejores casos un espectáculo teatral; en los peores, otro truco de feria para una sociedad a la que entretiene la contemplación de los espectáculos circenses y las atrocidades de la naturaleza de las que podemos ver una buena síntesis en Freaks, la película de Tod Browning.



   Uno de los primeros hombres que fue capaz de convertir en arte el producto resultante de las filmaciones con esa nueva herramienta fue Georges Méliès: él abandonó el interés documentalista de sus predecesores y, apoyándose en la literatura, creó las primeras ficciones filmadas.  


   Martin Scorsese, uno de los más laureados directores del ya consolidado séptimo arte, obtuvo en el 2011 el Óscar al mejor director por La invención de Hugo Cabret, (una película basada en la novela de Brian Sielznick), que rememora la tragedia artística de Méliès.

martes, 6 de noviembre de 2012

EL PLATO DE MADERA



EL PLATO DE MADERA

   Érase una vez una familia formada por un matrimonio, su hijo de nueve años y el abuelo. Había una buena armonía entre ellos. El padre y la madre trabajaban para sacar adelante la casa y ambos atendían a las tareas del hogar. El chico iba a la escuela, era buen estudiante e ingenioso; cuando no estaba en clase, se divertía jugando con sus amigos como todos los muchachos del mundo.
   El abuelo era ya anciano; había pasado la vida trabajando de sol a sol con sus manos,aunque la fatiga nunca había vencido su esfuerzo para proveer de comida y bienestar a su familia. El padre comprendió que, si no respetaba al abuelo, tampoco su hijo le mostraría respeto a él. No exijas a los demás lo que tú no cumples.
   Pero tanto y tan prolongado afán se había cobrado un doloroso tributo:  sus manos  temblaban como las hojas de un árbol viejo bajo el viento de otoño. A pesar de sus esfuerzos, a menudo los objetos se le caían de las manos y a veces se hacían añicos al dar contra el suelo.
   Durante las comidas, no acertaba a llevar la cuchara a la boca y su contenido se derramaba sobre el mantel. Para evitarlo, procuraba acercarse al plato, pero éste solía terminar roto en pedazos sobre las baldosas del comedor. Y así un día tras otro. Le sabía muy mal y pedía disculpas cuando le ocurrían estos contratiempos; hubiera querido conservar el vigor que tenía cuando era joven. La madre que era su hija, disimulaba tanto como le era posible para no avergonzarlo.
   —No te preocupes, abuelo; esto le puede ocurrir a cualquiera- le decía mientras le acariciaba suavemente las manos. Y recogía los pedazos del suelo tan discretamente como podía.
   Pero el padre, su yerno, no tenía los mismos sentimientos. Estaba muy molesto por los temblores del abuelo. Por fin tomó una decisión que sorprendió y contrarió al resto de la familia: desde aquel día, el abuelo comería apartado de la mesa familiar y usaría un plato de madera; así, ni mancharía los manteles ni rompería la vajilla.
Desde entonces el abuelo comía y cenaba en un rincón del comedor con su plato de madera. Movía suavemente la cabeza con resignación y de  vez en cuando enjugaba unas lágrimas que le resbalaban por las mejillas; era muy duro aceptar aquella humillación. Durante las comidas había un silencio frío, incómodo; habían desaparecido las conversaciones tranquilas y las sonrisas.
   Pasaron unas cuantas semanas. Y una tarde, cuando el yerno volvió a su casa, encontró a su hijo  enfrascado en una misteriosa tarea: el chico trabajaba afanosamente un pedazo de madera con un cuchillo de cocina. El padre lo observó unos instantes y, lleno de curiosidad, le dijo:
   —¿Qué estás haciendo, hijo, tan concentrado? ¿Es una manualidad que te han mandado hacer en la escuela?
   —No, papá – respondió el niño.
   —¿Quizá es un regalo para mamá¿-insistió el padre.
   —Tampoco es un regalo- contestó el chico sin levantar los ojos.
   —Entonces, ¿de qué se trata? ¿No me lo puedes explicar?
   —Claro que sí, papá. Estoy haciendo un plato de madera para cuando tú seas viejo y las manos te tiemblen.
   Y así fue como el hombre aprendió la lección y, desde entonces, el anciano volvió a sentarse a la mesa como toda la familia.

   El padre comprendió que, si no respetaba al abuelo, tampoco su hijo le mostraría respeto a él. No exijas a los demás lo que tú no cumples.


ESTEVE PUJOL & ADRIÁ FRUITÓS, El gran libro de los cuentos con valores, Parramón, Barcelona, 2009.

miércoles, 31 de octubre de 2012

martes, 30 de octubre de 2012

LAS PROPIEDADES DEL TEXTO II: COHERENCIA



   COHERENCIA: Información pertinente y comunicada con orden, precisión y según estructura. (SEMÁNTICA)
  
 LA COHERENCIA SE REFIERE A la propiedad por la que el texto se confecciona y se interpreta como una unidad de comunicación estructurada:
  • el texto coherente se percibe como una unidad semántica e informativa: se puede resumir, parafrasear, titular. . .;
  • el texto coherente se organiza e interpreta de acuerdo con una estructura más o menos abstracta: a) estructura narrativa, descriptiva, expositiva, argumentativa....y  b) estructura de genero: noticia, memoria, cronología, descripción técnica...
Tema, resumen y esquema de ideas.
 
   LOS PROBLEMAS DE COHERENCIA IMPLICADOS EN EL TEXTO SON:
  • ¿Se dan las informaciones necesarias para que el texto se pueda interpretar como una unidad de información?
  • ¿Hay informaciones innecesarias?
  • ¿Se repiten innecesariamente las ideas?
  • ¿Se expresan las ideas con claridad?
  • ¿Se relacionan unas partes del texto con otras mediante organizadores textuales?
  • ¿Se incluyen los elementos necesarios para que el texto se interprete claramente como narración, descripción, exposición, argumentación, instrucción...?
  • ¿Se estructura el texto de acuerdo con las convenciones del genero?
  • ¿El texto se puede esquematizar y resumir fácilmente?
  • ¿Se proporcionan elementos de tipo paratextual que ayudan a interpretar el texto?


Referencias bibliográficas:


CASSANY, D .et al, Ensenyar llengua, Empúries, Barcelona, 1993, páginas 308 y siguientes.
BOSQUE, I, RODÍGUEZ PUÉRTOLAS, J y otros, Lengua castellana y literatura. 1º de Bachillerato, AKAL, Madrid, 1998, páginas 188-247. 

lunes, 29 de octubre de 2012

HOMENAJE A SEBASTIÁN BUEDO (DESDE CRACOVIA)


    Sebas, es difícil entender que ya no estás entre nosotros, que te has trasladado a otra dimensión. Hace poco todavía todo era posible, la diosa fortuna – como decías – nos acompañaba, te teníamos a  ti, nuestro amigo, compañero, interlocutor, socio y entusiasta de la alianza Kraków-Betanzos, dispuesto a emprender cualquier proyecto. Te agradecemos todos estos años de amistad y estrechas relaciones mutuas  gracias a las que logramos acercar a las dos Galicias, que ahora, a pesar de la distancia, están más unidas que nunca. La amistad es eterna. Nunca olvidaremos los momentos que pasamos juntos, las conversaciones entretenidas, las atenciones recibidas, las risas. Echaremos de menos tus anécdotas,  mensajes, detalles. Guardaremos los recuerdos de nuestros encuentros e intentaremos sacar adelante nuevos intercambios, siguiendo el camino que emprendimos juntos, sintiendo tu presencia desde el nuevo lugar donde te encuentras.
  En Cracovia han empezado ya los primeros fríos otoñales, las hojas están cayéndose, y el paisaje se hace cada día más nostálgico. Paseando por la ciudad, tenemos siempre en la mente la posibilidad de que salgas a nuestro encuentro, de alguno de tus callejones preferidos para hacer un pequeño paréntesis, tomar algo juntos y charlar.
Hasta siempre, 

LAS PROPIEDADES DEL TEXTO I: ADECUACIÓN


EL TEXTO: CONCEPTO Y PROPIEDADES

   El texto es la unidad comunicativa máxima (un conjunto de enunciados de variable extensión) emitida en una situación comunicativa con una finalidad concreta. Ha de ser un producto lingüístico unitario que refleje una organización manifiesta en:

   a) Una estructura comunicativa o pragmática (adecuación) en la que están implicados los seis elementos del proceso comunicativo: emisor, mensaje, receptor, referente, código y canal;     b) Una estructura semántica (coherencia): el texto, para serlo, ha de presentar un conjunto de ideas jerarquizado. Esa jerarquía permitirá distinguir entre motivos temáticos y tema; el tema resulta ser la idea predominante; y
   c) Una estructura sintáctica (cohesión), que vincula cada uno de los segmentos del todo que, para merecer la denominación “texto” ha de mostrar las siguientes propiedades:    


   ADECUACIÓN: Relación entre la diversidad lingüística y las situaciones de comunicación. (Dimensión PRAGMÁTICA).

   LA ADECUACIÓN SE REFIERE A saber escoger de entre todas las variedades de la lengua  las más apropiadas para cada situación de comunicación.
  • Función del lenguaje dominante (referencial / expresiva...)
  • Canal elegido (papel, teléfono...)
  • Variante funcional (diatópica, diastrática, diafásica)
  • Tipo textual (texto ensayístico, carta personal...)

   LOS PROBLEMAS DE ADECUACIÓN IMPLICADOS EN EL TEXTO son:
  • ¿El texto logra el propósito comunicativo para el que ha sido producido (informar de un hecho, exponer una opinión, solicitar algo. . .)?
  • ¿El modo de estar inscritos el emisor y el receptor en el texto —deixis personal— es el apropiado para la situación de comunicación?¿ Se mantiene en todo el texto?
  • ¿El nivel de formalidad es el apropiado? ¿Se mantiene en todo el texto?
  • ¿El nivel de especificidad es el apropiado? ¿Se mantiene en todo el texto? ¿Hay razones que motiven la preferencia por un nivel de especificidad alto o uno bajo?
Referencias bibliográficas:


CASSANY, D .et al, Ensenyar llengua, Empúries, Barcelona, 1993, páginas 308 y siguientes.

BOSQUE, I, RODÍGUEZ PUÉRTOLAS, J y otros, Lengua castellana y literatura. 1º de Bachillerato, AKAL, Madrid, 1998, páginas 188-247. 

miércoles, 24 de octubre de 2012

TAUTOLOGÍA, Demetrio Estébanez Calderón, Flavia Company, Gertrude Stein & José María Cano


TAUTOLOGÍA. Término de origen griego (tauto-logos: mismo pensamiento), con el que se designa una figura retórica consistente en la reiteración de un mismo pensamiento con los mismos o parecidos términos. Ejemplo: "la vida es la vida". En determinados contextos, dicha reiteración puede adquirir un intensa virtualidad expresiva. Ejemplo: En El alcalde de Zalamea, las expresiones tautológicas de Don Lope y Pedro Crespo intensifican la dramática lucha entre dos jurisdicciones en torno a la suerte final de un militar responsable de delito:

PEDRO CRESPO: ¡Vive Dios, como os lo he dicho!
DON LOPE: Pues Crespo, lo dicho, dicho.
PEDRO CRESPO: Pues, Señor, lo hecho, hecho.
Pedro Calderón de la Barca

DEMETRIO ESTÉBANEZ CALDERÓN, Diccionario de términos literarios, Alianza Editorial, Madrid, 1996, p. 1021.

Para saber más:

***
FLAVIA COMPANY, "Seguro vendedor", en Trastornos literarios, Páginas de Espuma, Madrid, 2012.
***
YO SOY ROSA, Gertrude Stein

Una rosa es una rosa es una rosa es una rosa

Yo soy Rosa mis ojos son azules
yo soy Rosa quién eres tú
yo soy Rosa y cuando canto
yo soy Rosa como toda cosa.
***
UNA ROSA ES UNA ROSA, José María Cano

Quise cortar la flor
más tierna del rosal,
pensando que de amor
no me podría pinchar,
y mientras me pinchaba
me enseñó una cosa
que una rosa es una rosa es una rosa...

Y cuando abrí la mano
y la dejé caer
rompieron a sangrar
las llagas en mi piel
y con sus pétalos
me las curó mimosa
que una rosa es una rosa es una rosa...


martes, 23 de octubre de 2012

UNA BALLENA MUY APLICADA



Hoy en la sección CIENCIA del periódico ABC leemos una noticia sorprendente. Como no es 28 de diciembre, la enlazamos para disfrute general. Queda claro que no todos los alumnos desaprovechan el tiempo: ¡algunos sobrepasan las expectativas de sus profesores!


lunes, 22 de octubre de 2012

EL PEZ QUE SONREÍA, Jimmy Liao


   En la vida cotidiana todos estamos encerrados, no salimos de la rutina. Semeja que hay una barrera transparente que no nos deja pasar a otro lugar.
   El pez que sonreía transmite esos deseos de ser libre y permitir que los demás también lo sean, para que cada cual pueda ser feliz consigo mismo.

                                                                         Sergio Naveira
[1º ESO D]


CONSIDERACIÓN DE LA LECTURA

   
   Leer no es poner voz a las palabras que componen un texto, sino hallar la significación plena de la pretensión del autor. Esa tarea, que no siempre es fácil, no puede ser desatendida. Este relato de Francisco Casavella puede servir para comprenderlo; para ello será necesario que expliquemos los siguientes términos: Cita, alusión, analepsis, prolepsis y tautología. Los enlaces os llevarán al significado.


Todo se adelantaba hacia la angustia
huido de sí mismo por el roce
oscuro del feroz presentimiento.




Una carretera sin asfaltar, cubierta en otoño y en invierno por una perpetua neblina. Un estrecho sendero de pendiente acusada se distrae de ese fondo borroso y dibuja un signo de interrogación hasta un grupo de casas. Veo también un prado, árboles frutales y viejos castaños en los cruces de caminos. Es el paisaje al que regreso en mis noches más tranquilas.
Teníamos tres vacas. Las vacas se turnaban en arrastrar, indolentes, un carro de pesadas ruedas con llanta de metal que chirriaba lastimosamente al rodar sobre los salientes de granito de los caminos. La carga (estiércol unas veces, otras hierba seca, otras tallos maduros de maíz) temblaba en aquellos obstáculos; los mosquitos abandonaban su refugio entre la vegetación y se arremolinaban en el aire, nerviosos y alerta, en espera del momento propicio para volver a sus asuntos.
Al atardecer, mi padre y las vacas volvían a casa. Mi padre las desenganchaba del carro y les ataba una cuerda alrededor del cuello. Luego me extendía la cuerda. Una de mis tareas era llevar las vacas hasta el abrevadero que, en un primer recuerdo, muy vago, imagino ver construyendo pacientemente a mi padre, mientras mi madre, sosteniéndome en los brazos, le mira y aprueba con la cabeza.
Cuando llevaba las vacas hacia el abrevadero, una de mis preocupaciones era que no hiciesen nada a los patos que acostumbraban a nadar allí.
Los patos eran otra responsabilidad: tenía que darles de comer, tenía que encerrarlos cada noche en un pequeño corral adosado a uno de los lados de la casa, debía vigilar que nunca faltase ninguno. Un día de verano, mi padre vino de una feria con queso, un cerdo y una caja de cartón agujereada que me entregó con gesto casi severo. Dentro de la caja, unas bolitas amarillas piaban y repicaban suavemente en el fondo. Mi padre le dijo a mi madre: son pollos de Severino, me dijo que se los diera al chico.
Eran muchas novedades en una semana. Unos días antes, una camada de patitos acababa de romper el cascarón y, muy pronto, iban a dedicarse a perseguir a su madre por los alrededores de la casa. Yo tenía que vigilar que no les pasase nada. Para aho­rrarme problemas, decidí colocar a los pollos junto a los patos y observé que aquellos se dedicaban a imitar el comportamiento de los que, en una historia más fe­liz, hubieran podido llamarse sus hermanos adoptivos. Allí donde iban los patos, iban los pollos, como un ejército saltarín, amarillo y gris, torpe y juguetón.
Día a día se hacían mayores, aunque yo, en mi impaciencia, no lo notase, anhelando que en cualquier momento realizasen un gesto definitivo que pudiera descifrarse como un signo de crecimiento.
Mi padre me dijo un día: pon un tablón en el abrevadero, para que puedan subir y así conozcan el agua.
Hice lo que mi padre me había aconsejado y me empeñé en que la madre de los patos subiera por allí y los patitos fueran detrás suyo y detrás de éstos los pollos adoptados. La pata se iba negando hasta que un día creyó llegado el momento y subió por el tablón. Detrás suyo iba todo el regimiento. Mientras la pata nadaba con los patos mayores, los pequeños, sobre las piedras del abrevadero, bebían e intentaban imitar a la madre y se alzaban en un torpe y asustado revoloteo. A mí me llamaron a comer.
Después de comer, tuve que llevar un recado ur­gente a una casa vecina. Había niños de mi edad que jugaban al escondite mientras los mayores se echaban la siesta. Jugué al escondite y me oculté tras árboles frutales, tras las piedras que separaban los sembrados, en el hueco de un castaño centenario. Escondido, me vino a la memoria la imagen de los patitos y los pollos sacudiéndose el agua y las imperceptibles gotas pro­duciendo destellos bajo el sol. Decidí volver.
En el abrevadero, los patos nadaban trazando un recorrido idéntico, que dibujaba una línea en el agua similar a la que deja el arado en la tierra; los pequeños patos podían imitar este movimiento casi a la perfección. Las cabezas de los pollos flotaban en el agua con los ojos abiertos mirando hacia el sol y cuando un pato pasaba sobre una de ellas, la cabeza se hundía y, tras unos segundos interminables, volvía a asomar a la su­perficie. Sentado sobre el muro del abrevadero, les iba tirando pequeñas piedras a los patos mientras las lágrimas caían silenciosamente de mis ojos al agua.
Seguí llorando toda la tarde, seguía llorando cuando llegó la hora de encerrar a los patos en el pequeño corral y las cabezas de los pollos se quedaron flotando en el agua turbia. No me atreví a sacarlos de allí y no me atreví a decírselo a mi padre, que ha­blaba nervioso en la cocina de casa con unos vecinos que habían llegado al anochecer.
Al día siguiente, llegaron unos hombres con camisas azules.
Bebieron unos vasos de vino y luego le dijeron a mi padre que fuera a buscar sus cosas. Mi madre les preguntaba: ¿Pero ustedes creen que habrá guerra?, y ellos sonreían y negaban con la cabeza.
Al final del verano, o quizá entrado el otoño, también se nos llevaron a mi madre y a mí y durante unos años lo estuve pasando mal. Pero esto no sirve de ex­cusa para que ya entonces no aprendiera, de una vez para siempre, que los patos son patos y los pollos son pollos.




FRANCISCO CASAVELLA, El triunfo, Círculo de Lectores, Barcelona, 1992(1990, Editorial Versal), pp. 39-41

viernes, 19 de octubre de 2012

EL NOMBRE DEL VIENTO, Patrick Rothfuss


PATRICK ROTHFUSS, El nombre del viento, Plaza & Janés, Barcelona, 2009, 872 páginas.


   El Nombre del Viento narra la historia de Kvothe (que se pronuncia Cuouz), una istoria que sólo éel conoce y que ha quedado diluida por los rumores, las conjeturas y los cuentos de taberna. Desde su niñez en una troupe de Imre hasta su entrada en la Universidad, pasando por una época de ladronzuelo en las calles de Tarbean. Todo esto mezclado con amor, apuros económicos, misterios sin resolver e historias dentro de otras historias.
   El Nombre del Viento es una novela muy trabajada. Me recuerda mucho a El Señor de los Anillos, pero con un toque científico. Es un libro un tanto complicado, hay que tener muy buena memoria y no creo que sea el típico libro que lees un capítulo cada dos meses. Hay infinidad de personajes, historias y valores de monedas.
   Me ha gustado la picardía con la que está escrita, ya que cada capítulo consigue sacarte una sonrisa. Lo que menos me ha gustado ha sido la forma de terminar y de empezar. Además de la infinidad de nombres del protagonista, ya que en cada capítulo se le nombra de una nueva forma. Tampoco me ha gustado la relación que hay entre el mapa de la primera página y los lugares del libro. Para empezar, no podemos decir cómo se llama el país, isla, o estado en el que viven; en el libro no se menciona, y no aparece en el mapa.
   Lo que más me ha sorprendido han sido los datos físicos, tecnológicos y científicos que el protagonista menciona en el libro.

Gala Sánchez

lunes, 15 de octubre de 2012

[ME PREOCUPAN...], Paula Ois


Me preocupan los problemas diarios y los falsos ciegos que no quieren verlos ni solucionarlos.

Paula Ois

miércoles, 10 de octubre de 2012

ARRUGAS, Paco Roca


PACO ROCA, Arrugas, Astiberri, Bilbao, 2007, 100 páginas.

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   Ya me he leído este cómic bastantes veces, pero no me canso. Es una historia conmovedora que relata la pérdida de memoria del padre del autor. Hace llorar, o echar alguna lagrimilla, porque, a medida que vas avanzando, te das cuenta de lo horrible que es perder la libertad personal. Piensas que no es justo que pase esto a determinada edad, no siempre, y que deberíamos tratar mejor a las personas mayores de nuestro alrededor. A mí me gustó y conmovió mucho, pero sobre todo me hizo pensar. Recomiendo que lo leáis. Además, para los que no quieran leer, por diversas causas, existe también la película dirigida por Ignacio Ferreras, ganadora de un Goya.

SARA MARTÍNEZ LÓPEZ

martes, 9 de octubre de 2012

LA MODALIDAD ORACIONAL

 
Todas las gramáticas contemplan dos clasificaciones complementarias de la oración: según el dictum y el modus. El primer criterio es estrictamente sintáctico1; el segundo, atendiendo a la semántica cataloga las oraciones según la actitud comunicativa del hablante.
Teniendo en cuenta la multiplicidad de intenciones comunicativas posibles, no extrañará descubrir que dos insignes representantes de la gramática tradicional, Rafael Seco2 y Samuel Gili Gaya3, hayan elaborado dos inventarios dispares.
La clasificación propuesta por González Calvo4, al partir de los tres elementos básicos del proceso comunicativo (referente, emisor y receptor), reorganiza el listado de un modo memorable. Según la actitud del hablante ante el contenido de la enunciación distingue:

  • Oraciones enunciativas o referenciales: afirmativas o negativas.
  • Oraciones expresivas: desiderativas, dubitativas y exclamativas; y
  • Oraciones apelativas: interrogativas y exhortativas.

A) Oraciones simples enunciativas: afirmativas y negativas.

Semánticamente, predomina en ellas la comunicación del hecho (el referente) sobre la actitud del hablante ante el he­cho. El hablante “comunica” (afirmación, primera persona, tiem­po presente) al oyente (segunda persona), o a sí mismo (el ha­blante es entonces al mismo tiempo oyente: el lenguaje es comunicación y autoexpresión), un hecho, afirmándolo o ne­gándolo. Esta actitud del hablante ante el hecho no aparece ex­presa sintácticamente en la oración simple. […]
Morfosintácticamente, si el predicado lleva como núcleo una forma verbal conjugada (verbo predicativo o copulativo), las enunciativas van siempre en indicativo. La estructura sintáctica de la enunciativa expresa el objeto de la comunicación, aunque este objeto sea otra comunicación: Expuse (expresé, comuniqué, etc.) tus intenciones.
Suelen decir las gramáticas que las enunciativas afirmativas, frente a las negativas, no tienen forma especial. […]
Las enunciativas negativas tienen forma especial, pero, ade­más, pueden acoger también elementos lingüísticos que refuer­zan la negación con aquella variedad de matices actitudinales: ¡Pero si no ha aprobado!, ¡Claro que no ha aprobado!, Pues no lo sé, ¡Y que no contesta!, etc.”5


B) Oraciones expresivas: desiderativas, dubitativas y exclamativas.

Predomina en ellas la actitud del hablante ante el hecho que comunica. No es necesaria la actuación sobre el oyente que incluso puede no estar presente en el acto de comunica­ción, con lo que el hablante se expresa ante sí mismo (con más propiedad que en las enunciativas). En las expresivas, la nega­ción actúa de manera distinta a como lo hace en las referen­ciales.

1. Desiderativas

La actitud del hablante es “desear algo” (“yo deseo”: afir­mación, primera persona, tiempo presente como elementos pragmáticos). Semánticamente, el hecho (objeto del deseo) en sí no es verdadero ni falso: Ojalá apruebe no equivale a Apro­baré, y Ojalá no suspenda no equivale a No suspenderé. La afir­mación y la negación no recaen sobre el hecho en sí, sino sobre la actitud del hablante ante el hecho (“deseo que sí / no”). El hablante “desea” (nunca “no desea” en la oración simple) que el hecho sea o hubiera sido positivo o negativo pa­ra él:

Ojalá apruebe / Ojalá no suspenda.
Ojalá hubiera aprobado (“no aprobé”) / Ojalá no hubiera suspendido (“suspendí”).

[…] La estructura sintáctica explícita de las desiderativas expresa el ob­jeto del deseo, y si hay verbo, va siempre en modo subjuntivo: ¡Dios lo quiera! Las desiderativas pueden incluir en su estructu­ra sintáctica determinados elementos lingüísticos, como ojalá, así, que:

Ojalá me toque la lotería.
¡Así revientes, desgraciado!
Que te sea leve.

En Deseamos tu felicidad, No deseamos tu desgracia, etc., el verbo manifiesta el objeto, no de un deseo, sino de una comu­nicación (son oraciones enunciativas). Se comunica un hecho desiderativo; es decir, se comunica un deseo, no se desea un de­seo. Esto se ve más fácilmente cuando la primera persona no es­tá implicada en el sujeto (implícito o explícito) de la oración: Deseaban tu felicidad. 6


2. Dubitativas

La actitud del hablante es “duda + posibilidad sí/no” sobre el hecho. Es decir, el hablante duda […] sobre el hecho en cuestión y emite al mismo tiempo la posibilidad de que el hecho sea o haya sido positivo o negativo:

Quizás (no) vengan.
Tal vez (no) hayan venido.

La afirmación y la negación recaen sobre la actitud del ha­blante ante el hecho, no sobre el hecho en sí: Quizá me quiere no equivale a Me quiere, y Acaso no hayan llegado ano no equi­vale a No han llegado aún.
Morfosintácticamente, no llevan verbo de duda explícito. El verbo que aparece expresa el objeto de la “duda posibilidad”. Las dubitativas pueden incluir algún elemento de duda:
Tal vez, quizá(s), acaso, posiblemente, probablemente, seguramente, a lo mejor, lo mismo, igual (Lo mismo ­igual no nos castigan).7

3. Exclamativas

En contra de lo postulado por el Esbozo de la Real Academia8 “las excla­mativas son un subtipo de oraciones expresivas, pues predomi­na la actitud del hablante ante el hecho, y no es necesaria la presencia del oyente. Semánticamente, el hablante “pondera” en grado extremo, positiva o negativamente, un hecho. Como el hecho existe al margen de la ponderación (subjetiva) del ha­blante, el verbo va en indicativo en […] o en “infinitivo o subjuntivo”.9

¡Qué bonito es el cuadro! ¡Vaya tontería que acaba de decir!
¡Qué tenga que aguantar a este pelma todo el año!

Los elementos exclamativos más frecuentes son: qué, cuánto, cómo, vaya, menudo, valiente, etc.


C) Oraciones simples apelativas: interrogativas y exhortativas

Son dos los factores que caracterizan esta clase de oraciones simples:

  1. La actitud del hablante ante el hecho que comunica (“ordenar”, “rogar”, “recriminar”, “prohibir”, “pedir infor­mación”, etc.).
  2. Actuación necesaria sobre el oyente (para conseguir de él informes, actos u omisiones), por lo que su presencia es ineludible. […]

Podemos distinguir dos subtipos dentro de las apelativas.

1. Interrogativas
Las interrogativas pueden ser definidas por tres rasgos muy claros:

  1. Una entonación inconfundible.
  2. La flexibilidad posicional de los elementos de la oración condicionada por el tema:
¿Mi niño golpeó la pelota? ¿Golpeó La pelota mi niño?
  1. La marca de los pronombres y adverbios interrogativos.


2. Exhortativas

Semánticamente, con ellas se actúa sobre el oyente, no para recibir información, sino para conseguir de él actos u omisiones o para recriminarle. La actitud del hablante comprende “órde­nes”, “prohibiciones”, “ruegos”, “peticiones”, “súplicas”, “avisos” “consejos”, “recomendaciones”, “recriminaciones”, “reproches” “reprimendas”. La “recriminación” al oyente por hechos pasados puede tener en nuestra lengua una configuración morfosintác­tica peculiar: ¡Haberlo hecho antes!, ¡Haber llegado a tiempo! (en algunas zonas, ¡Lo hubierais hecho antes!). En el resto de ora­ciones simples exhortativas, el verbo puede aparecer en impe­rativo o en subjuntivo (las exhortativas negativas), y eso las caracteriza. […] A todo ello se añade el verbo en segunda persona, singular o plural, y que el llamado vocativo, tanto implícito como explícito, remite a la segunda persona. Las peculiaridades sintácticas se advierten también si el verbo va en infinitivo: ¡A callar!, ¡Callaros!10

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1    Según el dictum, la gramática tradicional establece, como se desprende de la caracterización expuesta en la definición de las funciones sintácticas oracionales (funciones primarias para André Martinet), dos grupos de estructuras: oraciones atributivas y oraciones predicativas. A su vez, éstas se subdividen en intransitivas, transitivas, pasivas, reflexivas, recíprocas e impersonales.
2   Seco presenta un inventario en el que contempla, “desde el punto de vista subjetivo”, dos subgrupos: respecto del predicado (indicativas, de posibilidad, dubitativas, exhortativas y optativas); y respecto del juicio (afirmativas, negativas, interrogativas y exclamativas). SECO, Rafael, Manual de gramática española, Editorial Aguilar, Madrid, 1954, página 193.
3    “Según la calidad psicológica del juicio” Gili Gaya distingue exclamativas, de posibilidad, dubitativas, interrogativas, afirmativas, negativas, optativas, y exhortativas. GILI GAYA, Samuel, Curso de sintaxis española, Vox, Barcelona, 1987 (1961) , pág. 40.
4     GONZÁLEZ CALVO, José Manuel, La oración simple, Cuadernos de lengua española, Arco, Madrid, 1993.
5     GONZÁLEZ CALVO, José Manuel, La oración simple, Cuadernos de lengua española, Arco, Madrid, 1993, páginas 49-50.
6    GONZÁLEZ CALVO, José Manuel, La oración simple, Cuadernos de lengua española, Arco, Madrid, 1993, páginas 51-53.
7    GONZÁLEZ CALVO, José Manuel, La oración simple, Cuadernos de lengua española, Arco, Madrid, 1993, página 53.
8    En el Esbozo no se singulariza este tipo de oración pues, al margen de la ento­nación (y la intensidad y la cantidad de las sílabas acentuadas o de las palabras que se sienten como más expresivas), las oracio­nes exclamativas no presentarían ninguna peculiaridad estructural distintiva.
9     GONZÁLEZ CALVO, José Manuel, La oración simple, Cuadernos de lengua española, Arco, Madrid, 1993, página 59.
10   GONZÁLEZ CALVO, José Manuel, La oración simple, Cuadernos de lengua española, Arco, Madrid, 1993, páginas 61-62.
       Nótese que el ejemplo propuesto deliberadamente es incorrecto: callaos.