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viernes, 13 de febrero de 2015

DEL PASADO EFÍMERO, Antonio Machado

DEL PASADO EFÍMERO

Este hombre del casino provinciano
que vio a Carancha recibir un día,
tiene mustia la tez, el pelo cano,
ojos velados por melancolía;
bajo el bigote gris, labios de hastío,
y una triste expresión, que no es tristeza,
sino algo más y menos: el vacío
del mundo en la oquedad de su cabeza.

Aún luce de corinto terciopelo
chaqueta y pantalón abotinado,
y un cordobés color de caramelo,
pulido y torneado.
Tres veces heredó; tres ha perdido
al monte su caudal; dos ha enviudado.

Sólo se anima ante el azar prohibido,
sobre el verde tapete reclinado,
o al evocar la tarde de un torero,
la suerte de un tahúr, o si alguien cuenta
la hazaña de un gallardo bandolero,
o la proeza de un matón, sangrienta.

Bosteza de política banales
dicterios al gobierno reaccionario,
y augura que vendrán los liberales,
cual torna la cigüeña al campanario.

Un poco labrador, del cielo aguarda
y al cielo teme; alguna vez suspira,
pensando en su olivar, y al cielo mira
con ojo inquieto, si la lluvia tarda.

Lo demás, taciturno, hipocondriaco,
prisionero en la Arcadia del presente,
le aburre; sólo el humo del tabaco
simula algunas sombras en su frente.

Este hombre no es de ayer ni es de mañana,
sino de nunca; de la cepa hispana
no es el fruto maduro ni podrido,
es una fruta vana
de aquella España que pasó y no ha sido,
esa que hoy tiene la cabeza cana.

Antonio Machado

Alexia Varela & Javier Morillo

jueves, 12 de febrero de 2015

[UNA NOCHE DE VERANO...], Antonio Machado

Una noche de verano
—estaba abierto el balcón
y la puerta de mi casa—
la muerte en mi casa entró.

Se fue acercando a mi lecho
—ni siquiera me miró—,
con unos dedos muy finos,
algo muy tenue rompió.

Silenciosa y sin mirarme
la muerte otra vez pasó
delante de mí. ¿Qué has hecho?
La muerte no respondió.

Mi niña quedó tranquila,
dolido mi corazón.
¡Ay, lo que la muerte ha roto
era un hilo entre los dos!

Antonio Machado
&
Ramón Casas

Caio

miércoles, 11 de febrero de 2015

A UN OLMO SECO, Antonio Machado


A UN OLMO SECO

  Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

  ¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

  No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

  Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

  Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.


Antonio Machado
&
Daniel Robledo

Marcos Roca Mahía y Alejandro Presas Caínzos

viernes, 6 de febrero de 2015

LOS CISNES, Rubén Darío

LOS CISNES

¿Qué signo haces, oh Cisne, con tu encorvado cuello
al paso de los tristes y errantes soñadores?
¿Por qué tan silencioso de ser blanco y ser bello,
tiránico a las aguas e impasible a las flores?

Yo te saludo ahora como en versos latinos
te saludara antaño Publio Ovidio Nasón.
Los mismos ruiseñores cantan los mismos trinos,
y en diferentes lenguas es la misma canción.

A vosotros mi lengua no debe ser extraña.
A Garcilaso visteis, acaso, alguna vez...
Soy un hijo de América, soy un nieto de España...
Quevedo pudo hablaros en verso en Aranjuez...

Cisnes, los abanicos de vuestras alas frescas
den a las frentes pálidas sus caricias más puras
y alejen vuestras blancas figuras pintorescas
de nuestras mentes tristes las ideas oscuras.

Brumas septentrionales nos llenan de tristezas,
se mueren nuestras rosas, se agotan nuestras palmas,
casi no hay ilusiones para nuestras cabezas,
y somos los mendigos de nuestras pobres almas.

Nos predican la guerra con águilas feroces,
gerifaltes de antaño revienen a los puños,
mas no brillan las glorias de las antiguas hoces,
ni hay Rodrigos ni Jaimes, ni hay Alfonsos ni Nuños.

Faltos del alimento que dan las grandes cosas,
¿qué haremos los poetas sino buscar tus lagos?
A falta de laureles son muy dulces las rosas,
y a falta de victorias busquemos los halagos.

La América española como la España entera
fija está en el Oriente de su fatal destino;
yo interrogo a la Esfinge que el porvenir espera
con la interrogación de tu cuello divino.

¿Seremos entregados a los bárbaros fieros?
¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés?
¿Ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros?
¿Callaremos ahora para llorar después?

He lanzado mi grito, Cisnes, entre vosotros
que habéis sido los fieles en la desilusión,
mientras siento una fuga de americanos potros
y el estertor postrero de un caduco león...

...Y un cisne negro dijo: «La noche anuncia el día».
Y uno blanco: «¡La aurora es inmortal! ¡La aurora
es inmortal!» ¡Oh tierras de sol y de armonía,
aún guarda la Esperanza la caja de Pandora!

Rubén Darío

miércoles, 4 de febrero de 2015

[¿NO ERES TÚ, MARIPOSA...], Antonio Machado

A Juan Ramón Jiménez, por su libro Platero y yo

¿No eres tú, mariposa,
el alma de estas sierras solitarias,
de sus barrancos hondos
y de sus cumbres agrias?
Para que tú nacieras,
con su varita mágica
a las tormentas de la piedra, un día,
mandó callar un hada,
y encadenó los montes
para que tú volaras.
Anaranjada y negra,
morenita y dorada,
mariposa montés, sobre el romero
plegadas las alillas o, voltarias,
jugando con el sol, o sobre un rayo
de sol crucificadas.
¡Mariposa montés y campesina,
mariposa serrana,
nadie ha pintado tu color; tú vives
tu color y tus alas
en el aire, en el sol, sobre el romero,
tan libre, tan salada! ...
Que Juan Ramón Jiménez
pulse por ti su lira franciscana.

ANTONIO MACHADO, Campos de Castilla, Cátedra, Madrid, p. 242.
&
Berthe Morisot


Desirée & Sabela Patiño

EXÁMENES BACHILLERATO OPCIÓN A / OPCIÓN B

    El común de la gente considera a los laboratorios farmacéuticos empresas que persiguen la curación de las enfermedades y el bienestar de los ciudadanos, tras invertir en investigación aplicada y recuperarla vía precios y patentes. Pero esta imagen está mudando a otra que les asocia con la carestía de las medicinas, la codicia y la manipulación de las redes sociales.

La hepatitis C afecta a unos 150 millones de personas en el mundo, de ellos entre 5 y 10 millones en Europa (de 500.000 a un millón en España), y es una de las causas principales de cirrosis y cánceres de hígado. Veinticinco años después del descubrimiento del virus que la produce, el medicamento Sofosbuvir se ha mostrado capaz de curar la casi totalidad de casos. Pero el coste del tratamiento con este fármaco, comercializado por el laboratorio norteamericano Gilead Sciences tras comprar por 8.000 millones de euros Pharmasset, que es el que desarrolló el Sofosbuvir con una inversión de 70 millones, ha obligado a la sanidad pública británica a retrasar al menos 4 meses su uso por su elevado precio.

   India, conocida como la farmacia de los pobres por su producción de medicamentos genéricos a bajo precio, ha actuado de otra manera: su Oficina de Patentes ha rechazado la petición de Gilead para patentar Sofosbuvir (de nombre comercial Sovaldi), afirmando que «una molécula con pequeños cambios debe mostrar, además de la novedad, una mejora significativa en la eficacia terapéutica» con respecto a la ya existente. Y eso, según el fallo, no ocurre con el Sovaldi, un inhibidor nucleótido de la polimerasa NS5B, que no aporta innovación sobre otra molécula de la farmacéutica Idenix. Su decisión abre la vía a que los laboratorios indios empiecen a producir el medicamento libremente y a un precio asequible para todos aquellos países en los que Gilaed no lo tiene patentado. «Acceder al Sofosbuvir fuera del bastión del monopolio de Gilead será crucial para ampliar el tratamiento a nivel mundial», según Manica Balasegaram, de Médicos sin Fronteras.

   El sentido común dice que la UE, competente para aprobar el fármaco y registrar su patente, debería acelerar la compra conjunta de medicamentos, consiguiendo así un mejor precio para los sistemas sanitarios de los Estados miembros, con el fin de suministrar a los enfermos los mejores fármacos del mercado. Pero esta política está lejos.

JORGE DEL CORRAL, Laboratorios y codicia frente a salud y sentido común, La Voz de Galicia, 30 de enero de 2015. [adaptación]