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lunes, 1 de diciembre de 2014

MODELO DE EXAMEN 1ª EVALUCIÓN 4º ESO

   Cuando el señor Burt examina el rostro del hombre con más atención, constata sin ningún género de duda que es el señor Lilolai, el anciano que está sentado frente a él. Es el mismo rostro, los mismos ojos, la misma forma de la boca, la misma frente, pero treinta o cuarenta años atrás. Y al volver a mirar a la joven, comprende que se trata de la mujer del señor Lilolai, seguramente enferma como la suya, puesto que nunca la ha visto con él. Entonces contempla las facciones de la mujer, joven, muy joven, y de una belleza a un tiempo humilde y misteriosa, misteriosa por humilde quizá, una belleza que se ofrece sin aderezos, con una sencillez ingenua y turbadora.
   El señor Burt deja la fotografía en la mesa con cuidado, se lleva la mano al bolsillo interior de la chaqueta y saca la cartera, de la que también extrae una fotografía, la de su propia mujer, que sonríe con la cabeza ligeramente ladeada hacia la izquierda.
   Sólo se ve el rostro, un rostro redondo y pálido, unos labios pintados y unos ojos grandes y entornados, debido a la sonrisa y sin duda también al sol, que le da directamente en la cara. Detrás, todo se ve verde. Probablemente se trata de un árbol. El señor Linh intenta reconocer las hojas, descubrir qué árbol es, pero no lo consigue. En su país no hay hojas como ésas. La mujer parece feliz. Es una mujer gorda y feliz. Debe de ser la esposa del hombre gordo. El anciano nunca la ha visto. Puede que trabaje sin parar. O puede... sí, puede que sea eso, puede que esté encamada. Sentir que el hombre gordo y él estén viviendo el mismo desamparo lo reconforta. Esa idea le causa emoción: alivio en su tristeza.

  1. Localiza el fragmento en el conjunto de la historia. Señala los errores que contiene el texto y di por qué son relevantes en esta secuencia. [2 puntos]
  2. Define estos términos de narratología sirviéndote de ejemplos de alguna de las narraciones leídas este curso o en tu ocio personal: narratario, antagonista, narrador no fidedigno. [2 puntos]
  3. Principales características del Romanticismo. [2 puntos]
  4. Indica el tipo de unidad gramatical y la función sintáctica desempeñada por elementos subrayados en ele texto. [2 puntos]
  5. Análisis sintáctico completo de una de estas oraciones. [2 puntos]
  • Cuando el señor Burt examina el rostro del hombre con más atención, constata sin duda que es el señor Lilolai.
  • El señor Burt deja la fotografía en la mesa, se lleva la mano al bolsillo de la chaqueta y saca la cartera.
  • El señor Linh intenta descubrir qué árbol es, pero no lo consigue.

EL NARRADOR OMNISCIENTE EN LA NOVELA DECIMONÓNICA


   Se consideraba Fortunata en aquel caso como ciego mecanismo que recibe impulso de sobrenatural mano. Lo que había hecho, hacíalo, a juicio suyo, por disposición de las misteriosas energías que ordenan las cosas más grandes del universo, la salida del Sol y la caída de los cuerpos graves. Y ni podía dejar de hacerlo, ni discutía lo inevitable, ni intentaba atenuar su responsabilidad, porque esta no la veía muy clara, y aunque la viese, era persona tan firme en su dirección, que no se detenía ante ninguna consecuencia, y se conformaba, tal era su idea, con ir al infierno.
   «Esto de alquilar la casa próxima a la tuya—dijo Santa Cruz—, es una calaverada que no puede disculparse sino por la demencia en que yo estaba, niña mía, y por mi furor de verte y hablarte. Cuando supe que habías venido a Madrid, ¡me entró un delirio...! Yo tenía contigo una deuda del corazón, y el cariño que te debía me pesaba en la conciencia. Me volví loco, te busqué como se busca lo que más queremos en el mundo. No te encontré; a la vuelta de una esquina me acechaba una pulmonía para darme el estacazo... caí».
   —¡Pobrecito mío!... Lo supe, sí. También supe que me buscaste. ¡Dios te lo pague! Si lo hubiera sabido antes, me habrías encontrado.
   Esparció sus miradas por la sala; pero la relativa elegancia con que estaba puesta no la afectó. En miserable bodegón, en un sótano lleno de telarañas, en cualquier lugar subterráneo y fétido habría estado contenta con tal de tener al lado a quien entonces tenía. No se hartaba de mirarle.
   «¡Qué guapo estás!».
   —¿Pues y tú? ¡Estás preciosísima!... Estás ahora mucho mejor que antes.
   —¡Ah!, no—repuso ella con cierta coquetería—. ¿Lo dices porque me he civilizado algo? ¡Quia!, no lo creas: yo no me civilizo, ni quiero; soy siempre pueblo; quiero ser como antes, como cuando tú me echaste el lazo y me cogiste.
   —¡Pueblo!, eso es—observó Juan con un poquito de pedantería—; en otros términos: lo esencial de la humanidad, la materia prima, porque cuando la civilización deja perder los grandes sentimientos, las ideas matrices, hay que ir a buscarlos al bloque, a la cantera del pueblo.
   Fortunata no entendía bien los conceptos; pero alguna idea vaga tenía de aquello.
   «Me parece mentira—dijo él—, que te tengo aquí, cogida otra vez con lazo, fierecita mía, y que puedo pedirte perdón por todo el mal que te he hecho...».
   —Quita allá... ¡perdón!—exclamó la joven anegándose en su propia generosidad—. Si me quieres, ¿qué importa lo pasado?
   En el mismo instante alzó la frente, y con satánica convicción, que tenía cierta hermosura por ser convicción y por ser satánica, se dejó decir estas arrogantes palabras:
   «Mi marido eres tú... todo lo demás... ¡papas!».
   Elástica era la conciencia de Santa Cruz, mas no tanto que no sintiera cierto terror al oír expresión tan atrevida. Por corresponder, iba él a decir mi mujer eres tú; pero envainó su mentira, como el hombre prudente que reserva para los casos graves el uso de las armas.

BENITO PÉREZ GALDÓS, Fortunata  y Jacinta, 1886.

martes, 25 de noviembre de 2014

LA VIRGINIDAD, REQUISITO PARA SER POLICÍA EN INDONESIA

LA VIRGINIDAD, REQUISITO PARA SER POLICÍA EN INDONESIA

No creo que sea necesario que una mujer deba ser virgen para entrar en el cuerpo de policía, no pienso que su rendimiento varíe dependiendo de que hayan mantenido relaciones. Además, es una humillación que deban ser sometidas a esas pruebas tan vergonzosas. Espero que dejen de llevarse a cabo.
Diego Teijo

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Me parece una injusticia que para que una mujer pueda trabajar le tengan que hacer la prueba de la virginidad. Todas las mujeres pueden y deben trabajar siendo o no vírgenes.
Irene Quintela

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Aún estando en el siglo XXI, la cultura musulmana sigue siendo muy machista, hasta el punto de discriminar a las mujeres a la hora de someterse a pruebas para conseguir un puesto de trabajo.
A estas mujeres les exigen ser vírgenes y solteras, en cambio a los hombres no. Debería de haber las mismas exigencias para hombres y mujeres.
Iria Pita
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Como yo, alguna gente pensará que está muy mal y lo está, pero ¿por qué siempre a  las mujeres ? Eso es lo que nos preguntamos los que decimos que está mal. Y también nos preguntamos  ¿ or  qué nunca a los hombres?
Y esto lleva así desde hace miles de años, la discriminación a las mujeres. Porque todos somos personas unos de un sexo y otros de otro,  pero  todos personas. Y además todas  somos iguales: nacemos, vivimos durante un tiempo y  al final morimos.
Daniel González

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Toda acción que apoye la discriminación de género debe ser denunciada y lograr que se ponga fin a prácticas como estas aunque lo hagan en nombre de una religión,en este caso la musulmana.
Antón Pardellas Tato

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Me parece una vergüenza que en el siglo XXI se siga ignorando el principio de igualdad entre todas las personas, y se continúe discriminando a la mujer con respecto al hombre. Por otro lado, creo que es  un ataque a la vida privada de las personas, y no sólo eso,  también opino que es realmente humillante para esas mujeres. Todo ello, para empezar a desempeñar un oficio en el que no influye para nada ninguna de esas condiciones que imponen.
Además, que sea soltera y virgen cuando entra en el cuerpo de policía, no quiere decir que siga siéndolo unos días después. ¿O es que no podrá casarse ni tener relaciones sexuales?
Paula Sánchez Regueiro

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¿Acaso vivimos en un mundo con personas sin sentido común?¿Desde cuándo la virginidad es un requisito para acceder a cualquier trabajo?Las respuestas a estas preguntas desgraciadamente sólo las tienen ellos, sí ellos, esas personas que obligan a las mujeres a desnudarse para comprobar que son vírgenes haciéndoles pasar un momento humillante. Sencillamente, no sé cómo a un ser humano se le pueden ocurrir unas ideas tan machistas, degradantes y ofensivas.
Ángela Río
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Este tipo de exámenes son indignantes para la mujer, ya que se la deja en ridículo y se interfiere en su vida personal. Además, ser o no virgen no influye, ni bien ni mal, en ningún trabajo en absoluto. Se debe  poner fin a estas reglas sexistas porque, se esté de acuerdo o no, la mujer tiene derecho a no hacerse ese tipo de pruebas e ingresar en su trabajo con total normalidad. A pesar de que este país, Indonesia, es muy conservador y la virginidad tiene mucho valor, estos exámenes no tienen sentido, deberían de estar prohibidos.
Sabrina Reyes

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Me parece degradante para el ser humano que en pleno siglo XXI aún se den este tipo de casos. Este es uno de los muchos ejemplos que demuestran que el machismo es un grave problema latente en la sociedad actual, puesto que, además de la salvajada que supone hacer estas pruebas, sólo se les hace a las mujeres. Esperemos que este tipo de cosas no se den en un futuro, ya que en el fondo todos somos iguales y no se nos debe discriminar, agredir ni juzgar por una simple cuestión de género.

Alberto Gómez Perales

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No me parece bien que las mujeres tengan que ser vírgenes para poder ser policías en Indonesia, ya que creo que no tiene nada que ver ni tampoco que eso sea un problema.
Thais Vázquez

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No me parece justo que en otros países para que una mujer pueda ser policía tenga que ser virgen.Eso no influye en su trabajo.
Verónica Caldeiro

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Me parece subrealista que esto suceda en cualquier parte del mundo. Cada persona, en este caso, mujer puede vestir como ella quiera y es su decisión salir a la calle de una forma u otra, o al menos, así debería de ser.
Pero de ninguna manera son justificables las agresiones en plena calle ni en ningún lado por llevar la falda "muy corta".
Debemos encontrar una solución para este problema ya que esto no puede seguir sucediendo.
Berta Manteiga

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Desde mi punto de vista, creo que lo que está sucediendo en las pruebas para acceder al cuerpo de policía de Indonesia es un ejemplo de machismo.
Pienso que si las mujeres están obligadas a mantener su virginidad, los hombres deberían tener que cumplir la misma norma y además si a ellas les hacen las pruebas médicas en contra de su voluntad, a ellos también deberían hacérselas.
Por otra parte, queda claro que es un ejemplo más de que todavía hoy, en pleno siglo XXI, aún hay países en que la igualdad entre hombres y mujeres no es la misma.
Antón Méndez Fernández

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La igualdad entre los hombres y mujeres es un derecho. Pero a estas alturas del siglo XXI sigue habiendo discriminación entre ambos sexos. Es en los países con religión musulmana donde la discriminación llega a su punto más alto. En estos países la mujer es solo un objeto. Y lo peor de todo es que la mayoría de las mujeres lo toman como algo normal.
Violeta Sánchez Silva
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Me parece mal que las mujeres tengan que desnudarse y hacer pruebas delante de desconocidos, puesto que todos somos iguales y eso se debe al machismo.
Di SÍ a un mundo lleno de igualdad.
Andrea Méndez

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Me parece  una injusticia que los hombres no tengan que cumplir los mismos requisitos que las mujeres o quelas mujeres no tengan los mismos derechos  que los hombres.
Antón Mosquera
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Esta noticia refleja el machismo y una falta de respeto hacia las mujeres.  Estas pueden ir vestidas como quieran. Que lleven una minifalda no es motivo de arrancarles la ropa. Si fueran desnudas entiendo que tomasen medidas y las cogiesen o les hiciesen algo, pero por ir vestidas enseñando un poco no creo que sea motivo como para hacerles eso. Si los hombres fueran con una camiseta abierta o que se les viese un poco la barriga estoy segura de que no les harían nada. Las mujeres somos iguales que los hombres.
Paloma Martínez
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Me parece impresionante que sólo por el hecho de ser mujer tengamos que cumplir tantos requisitos y los hombres no tengan que hacer nada. Por esto en muchos sitios se creen que somos inferiores. Pero yo querría saber en qué somos diferentes a ellos, porque también somos personas igual que ellos y deberíamos tener los mismos derechos porque si ellos estuvieran en nuestro lugar pensarían igual, pero como solo piensan en ellos no piensan en lo que podemos llegar a sufrir nosotras.
Salomé Miragaya Tomé

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Las mujeres de todo el mundo nos vemos rodeadas por un entorno machista: todo el mundo habla de jugadores de fútbol y millones de personas ven sus partidos pero, ¿quién ve los partidos de fútbol femenino? Este es un ejemplo claro del machismo deportivo. Los hombres ven la figura de la mujer como la de una persona que debe limpiar la casa, complacer a su marido y cuidar de sus hijos. Pero realmente, las mujeres hemos conseguido mejores cosas que los hombres. Muchas  han logrado abrirse un hueco en el mundo de los negocios; en el deportivo, como las hermanas Williams; en el político, como Ellen Johnson; en ciencias, como Marie Curie,…  Pero si comparamos las cifras de las mujeres que han logrado triunfar con las de los hombres,  ¿quiénes han ganado? Los hombres.
Laura Placer

CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO, Julia Nieto Mantiñán

CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

   Está ahí. En la afirmación “Mamá está en la cocina” que solemos decir a menudo. En el anuncio de coche en el que el piloto siempre es un hombre. En el cartel publicitario que anuncia la nueva campaña de Navidad, en el que el rosa tiene un gran peso y el objeto a anunciar es un muñeco con forma de bebé. Está ahí, el machismo siempre está ahí. Pregunté, pregunto y preguntaré, ¿ por qué razón los hombres son mejores que nosotras? He oído respuestas desde “la fuerza física es superior”a “simplemente porque sí”. Pero entonces pregunto ¿ser mejor (cosa que no me parece) implica tratarnos como a un bicho? Pegarnos, maltratarnos, insultarnos, utilizarnos tan solo como a un simple objeto.
   Quizá no sea la única con el deseo de un aire nuevo que arrastre los restos del machismo, pero tampoco soy la única que admite que cuando alguien intenta cambiar las cosas (jugando a deportes que tachábamos de masculinos, vistiendo con ropa de otro tipo, actuando de otra forma...) la/o llenamos de insultos y volvemos la “maldición” hacia la persona que podría haber iniciado un cambio, por menor que fuese, pero que se ha echado atrás por nuestra culpa.
   Creo que el machismo es como una mala hierba que hay que arrancar de raíz pero que pocas veces se consigue. ¿Las mejores tijeras? Personalmente, creo que es la educación. Cuando somos pequeñas, nos enseñan que debemos vestir con vestidos, preferiblemente, jugar a papás y a mamás, a enfermeras, a maquillarse... Ser militar, médico, piloto o policía (aunque nadie nos lo ha negado directamente) quedan fuera del alcance. Un aplauso por aquel día en que, al cruzar la calle no vea a niñas jugando a princesas de cuento que dependen de sus príncipes, sino que, lo que distinga en vez de coronas sean gorros de bombero.

Julia Nieto Mantiñán

domingo, 23 de noviembre de 2014

MODELO DE EXAMEN 1ª EVALUACIÓN 2º BACHILLERATO

DE MENTES SUPERFICIALES

    No es solo un juego de palabras. Es lo que dice Nicholas Carr en su libro sobre cómo Internet y sus páginas más usadas nos están haciendo puré la mente y nos están convirtiendo (pervirtiendo) en seres desinformados de tan informados que estamos. Según Carr, la ciencia habla claro en ese sentido: «La habilidad de concentrarse en una sola cosa es clave en la memoria a largo plazo, en el pensamiento crítico y conceptual, y en muchas formas de creatividad. Incluso las emociones y la empatía precisan de tiempo para ser procesadas. Si no invertimos ese tiempo, nos deshumanizamos cada vez más». Él dice que lo suyo no es un manual de autoayuda. Solo alerta. Tenemos toda la libertad de elegir si queremos seguir deshumanizándonos y uniformándonos (bebemos de las mismas aplicaciones). Contra Carr, expertos han dicho que no hay tal peligro. Que en realidad Internet es una vuelta a lo natural. Que lo natural en el ser humano ha sido estar alerta. Que fue al revés. Que el hombre tuvo que adaptarse a Gutenberg y las largas lecturas. Que lo natural es la multitarea. El debate es fascinante. Carr propone frente a esa supuesta tiranía de la distracción, de link en link, la concentración de toda la vida. «La mente necesita concentración y contemplación abierta para que lleguen las ideas, la creatividad». Pero el propio Carr cae en el pecado. Y reconoce que el enemigo es enorme «porque es útil, entretenido y divertido». A él, de momento, ir contracorriente en el océano de Internet le ha salido muy rentable. Sus libros, versión papel o versión digital, se devoran.

CÉSAR CASAL, La Voz de Galicia, 29 de octubre de 2014.


CUESTIONES

  1. Explica el significado de las siguientes palabras o expresiones destacadas en el texto: Internet, empatía, multitarea, debate, pecado. [1 punto]
  2. Resume el contenido del texto; hazlo entre 5 y 10 líneas. Si lo prefieres, puedes optar por elaborar un esquema ordenado que ponga de relieve las ideas principales. [1,5 puntos]
  3. Redacta un comentario critico sobre el texto, manifestando tu acuerdo o desacuerdo con las ideas contenidas en él. Recuerda que debes elaborar un texto propio, argumentativo, bien organizado, redactado con corrección y adecuación. [1,5 puntos]
  4. Indica el tipo de unidad gramatical y la función sintáctica desempeñada por elementos subrayados en ele texto. [1 punto]
  5. Plenilunio de Antonio Muñoz Molina, ¿novela negra? [1 punto]
  6. El realismo mágico en Crónica de una muerte anunciada. [1 punto]
  7. La literatura en el siglo XVIII: prosa didáctica y teatro. [1 punto]
  8. Principales características del Romanticismo. [1 punto]
  9. Completa la definición o lo definido: [1 punto]
  • Hizo la autopsia a Santiago Nasar:
  • Escribió Rimas y leyendas: 
  • Nasar sólo se enamoró verdaderamente de: 
  • Escribió El sí de las niñas:
  • Sólo bebe Coca Cola:
  • Lázaro Aponte:

jueves, 20 de noviembre de 2014

[TÚ ERAS EL HURACÁN...], Gustavo Adolfo Bécquer





XLI

Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!...
¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme!...
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!
Gustavo Adolfo Bécquer
&
Joseph Mallord William Turner

viernes, 14 de noviembre de 2014

CONSTRUÇAO, Chico Buarque


CONSTRUÇAO

Amou daquela vez como se fosse a última
Beijou sua mulher como se fosse a última
E cada filho seu como se fosse o único
E atravessou a rua com seu passo tímido
Subiu a construção como se fosse máquina
Ergueu no patamar quatro paredes sólidas
Tijolo com tijolo num desenho mágico
Seus olhos embotados de cimento e lágrima
Sentou pra descansar como se fosse sábado
Comeu feijão com arroz como se fosse um príncipe
Bebeu e soluçou como se fosse um náufrago
Dançou e gargalhou como se ouvisse música
E tropeçou no céu como se fosse um bêbado
E flutuou no ar como se fosse um pássaro
E se acabou no chão feito um pacote flácido
Agonizou no meio do passeio público
Morreu na contramão atrapalhando o tráfego

Amou daquela vez como se fosse o último
Beijou sua mulher como se fosse a única
E cada filho como se fosse o pródigo
E atravessou a rua com seu passo bêbado
Subiu a construção como se fosse sólido
Ergueu no patamar quatro paredes mágicas
Tijolo com tijolo num desenho lógico
Seus olhos embotados de cimento e tráfego
Sentou pra descansar como se fosse um príncipe
Comeu feijão com arroz como se fosse o máximo
Bebeu e soluçou como se fosse máquina
Dançou e gargalhou como se fosse o próximo
E tropeçou no céu como se ouvisse música
E flutuou no ar como se fosse sábado
E se acabou no chão feito um pacote tímido
Agonizou no meio do passeio náufrago
Morreu na contramão atrapalhando o público

Amou daquela vez como se fosse máquina
Beijou sua mulher como se fosse lógico
Ergueu no patamar quatro paredes flácidas
Sentou pra descansar como se fosse um pássaro
E flutuou no ar como se fosse um príncipe
E se acabou no chão feito um pacote bêbado
Morreu na contra-mão atrapalhando o sábado.

Chico Buarque

jueves, 6 de noviembre de 2014

DEFINICIONES, Raymond Queneau


DEFINICIONES
 
   En un gran vehículo automóvil público destinado al transporte urbano, designado por la vigésimosegunda letra del alfabeto español, un joven excéntrico portador de un sobrenombre atribuido en París en 1942, con la parte del cuerpo que une la cabeza a los hombros extendida sobre una cierta longitud y que lleva sobre la extremidad superior del cuerpo una prenda de forma variable rodeada por un burdo cordón entrelazado en forma de trenza —este joven excéntrico, imputando a un individuo que iba de un sitio a otro la falta consistente en desplazar sus pies, uno tras otro, encima de los suyos, se encaminó a posarse sobre un mueble dispuesto para sentarse, mueble convertido en no ocupado.
   Ciento veinte segundos más tarde, lo vi de nuevo delante del conjunto de inmuebles y de vías ferroviarias donde se efectúa el depósito de mercancías y la carga o descarga de viajeros. Otro joven excéntrico, portador de un sobrenombre atribuido en París en 1942, le daba consejos acerca de lo que le convenía hacer a propósito de un círculo de metal, cuerno, madera, etc., cubierto o no de tela, que sirve para asegurar los vestidos, en este caso un vestido masculino que se lleva encima de los demás.



RAYMOND QUENEAU, Ejercicios de estiloCátedra, Madrid, 1989, p. 126.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

ONOMATOPEYAS, Raymond Queneau


ONOMATOPEYAS


   En la plataforma, plas, plas, plas, de un autobús, tuf, tuf, tuf, de la línea S (en el silencio sólo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba), ¡pii!, ¡pii!.. pintarrajeado de rojo, a eso del medio ding-dong-dingdong día, gemía la gente apretujada, ¡aj!, ¡aj! Y he aquí quiquiriquí que un gallito gilí, jtururú!, que, iPuaf!, llevaba un sombrerucho, ¡fiu!, se volvió cabreado, brr, brr, contra su vecino y le dijo, hm hm: «Oiga, usted me está empujando adrede.» Casi se pegan, plaf, smasch, pero en seguida el pollo, pío, pío, se lanzó, izas!, sobre un sitio libre sentándose en él, ploc.
   El mismo día, un poco más tarde, ding-dong-dingdong, vuelvo a verlo, junto a la estación, ¡fss!, ¡fsss!, ¡puu!, ¡puu!, charrando, bla, bla, bla, con otro efebo, ¡tururú!, sobre un botón del abrigo (trr, trr, precisamente no hacía calor...)
   Y chim-pum.

RAYMOND QUENEAU, Ejercicios de estiloCátedra, Madrid, 1989, p. 74.

martes, 4 de noviembre de 2014

EJERCICIOS DE ESTILO, Raymond Queneau

RELATO


Una mañana a mediodía, junto al parque Monceau, en la plataforma trasera de un autobús casi completo de la línea S (en la actualidad el 84), observé a un personaje con el cuello bastante largo que llevaba un sombrero de fieltro rodeado de un cordón trenzado en lugar de cinta. Este individuo interpeló, de golpe y porrazo, a su vecino, pretendiendo que le pisoteaba adrede cada vez que subían o bajaban viajeros. Pero abandonó rápidamente la discusión para lanzarse sobre un sitio que había quedado libre.
Dos horas más tarde, volví a verlo delante de la estación de Saint-Lazare, conversando con un amigo que le aconsejaba disminuir el escote del abrigo haciéndose subir el botón superior por algún sastre competente.

AMPULOSO

A la hora en que comienzan a agrietarse los rosados dedos de la aurora, cabalgaba yo, cual veloz saeta, en un autobús, de imponente alzada y bovinos ojos, de la línea S, de sinuoso periplo. Advertí, con la precisión y agudeza del indio presto al combate, la presencia de un joven cuyo cuello era más largo que el de la jirafa de pies ligeros, y cuyo sombrero de fieltro hendido estaba ornado con una trenza, cual héroe de un ejercicio de estilo. La funesta Discordia de senos de hollín vino con su boca hedionda por desdén del dentífrico; la Discordia, digo, vino a inocular su maléfico virus entre este joven de cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, y un viajero de borroso y farináceo semblante. Aquél dirigióse a éste en los siguientes términos: “¡Oígame, malvado ser, diríase que usted me está pisoteando adrede!”. Así exclamó el joven de cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero y fue, presto, a sentarse.
Más tarde, en la plaza de Roma, de majestuosas proporciones, reparé de nuevo en el joven de cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, acompañado de un camarada, árbitro de la elegancia, el cual profería esta crítica que me fue dado percibir con mi ágil oído, crítica dirigida a la indumentaria más externa del joven de cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero: “Deberías disminuirte el escote mediante la adición o elevación de un botón en la periferia circular.”

PUNTO DE VISTA SUBJETIVO

No estaba descontento con mi vestimenta, precisamente hoy. Estrenaba un sombrero nuevo, bastante chulo, y un abrigo que me parecía pero que muy bien. Me encuentro a X delante de la estación de Saint-Lazare, el cual intenta aguarme la fiesta tratando de demostrarme que el abrigo es muy escotado y que debería añadirle un botón más. Aunque, menos mal que no se ha atrevido a meterse con mi gorro.
Poco antes, había reñido de lo lindo a una especie de patán que me empujaba adrede como un bruto cada vez que el personal pasaba, al bajar o al subir. Eso ocurría en uno de esos inmundos autobuses que se llenan de populacho precisamente a las horas en que debo dignarme a utilizarlos.

RAYMOND QUENEAU, Ejercicios de estilo, Cátedra, Madrid, 1989, pp. 64, 62 y 92.

domingo, 2 de noviembre de 2014

MODELO DE EXAMEN PRIMERA EVALUACIÓN




    En algún momento de los últimos años las mujeres nos empezamos a estafar. Ya me dirán cómo explicamos que individuas cultas e inteligentes, bellezones con muchos posibles, tías estupendas, señoras de los pies a la cabeza sucumban a esa presión por paralizar el tiempo que finalmente las convierte en monstruos. A cada vez más mujeres les cuesta encontrarse la guapura en sus imperfecciones, en esta estafa colectiva que impone un ideal uniformado que penaliza a las que rompen el molde. O eso creemos.
   Cincuenta años después de la revolución feminista, 165 después de las cuáqueras sufragistas, ¡¡65 después de que Simone de Beauvoir escribiera El segundo sexo!!, la mujer del siglo XXI está enferma de autoestima.
   Manuel Femández Blanco, psicoanalista, me ratificaba estos días que las relaciones sexuales se construyen hoy a través del porno y que la dependencia afectiva de las crías es más intensa que nunca. Escucho cómo una veinteañera confirma que muchas personas tildan de zorras a las mujeres con el sexo aventurero mientras que los chicos con una entrepierna de trotamundos son unos campeadores. ¿Qué ha pasado con los últimos treinta años? ¿Por qué extraños derroteros se ha desarrollado la mujer? La lista de estereotipos es atosigante: se sospecha de los hombres que sucumben a los brazos de la mujer madura; el declive reproductivo sigue siendo un pasaporte indefectible hacia la jubilación social; el declive físico se tolera en los hombres y se desprecia en las mujeres; las portadas de las revistas proyectan seres inventados con el ratón del phohoshop y la publicidad (ah! la publicidad...) vende mujeres sumisas o putas o vírgenes o enfermas. El último editorial de moda de la revista Interview enseña a un grupo de modelos cubiertas con ropa de grandes firmas y rodeadas de basura... Las fotos, en esta página. Sin comentarios.

FERNANDA TABARÉS, Fulanas o sumisas, La Voz de Galicia, A Coruña, 1 de noviembre de 2014. [adaptación]

CUESTIONES

  1. Explica el significado de las siguientes palabras o expresiones destacadas en el texto: sucumban, sufragistas, autoestima, estereotipos, declive. [1 punto]
  2. Resume el contenido del texto; hazlo entre 5 y 10 líneas. Si lo prefieres, puedes optar por elaborar un esquema ordenado que ponga de relieve las ideas principales. [1,5 puntos]
  3. Redacta un comentario critico sobre el texto, manifestando tu acuerdo o desacuerdo con las ideas contenidas en él. Recuerda que debes elaborar un texto propio, argumentativo, bien organizado, redactado con corrección y adecuación. [1,5 puntos]
  4. Busca en el texto una palabra derivada por prefijación, una derivada por sufijación, y una parasintética. [1 punto]
  5. Indica el tipo de unidad gramatical y la función sintáctica desempeñada por elementos subrayados en ele texto. [2 puntos]
  6. Escribe un texto congruente que contenga entre sus unidades: una oración impersonal; una oración pasiva con Complemento Agente explícito; una secuencia en la que aparezca el Complemento directo repetido (anafórica o catafóricamente); y, por último, un Complemento Predicativo (de sujeto o de cd). [1 punto] 
  7. Técnicas narrativas (tipos de narrador, espacio, tiempo, personajes, estructura...) en Plenilunio de Antonio Muñoz Molina, [1 punto]
  8. Localiza el fragmento en el conjunto de la historia. Señala qué técnicas narrativas características de la novela hallas en él. Indica si el texto contiene algún error y di por qué es relevante. [1 punto]
   Por azar había puesto una de las cintas que a Susana le gustaban más y la dejaban más triste, la marcha de las Valkirias de Wagner. Qué raro, pensó, que ya me sepa hasta nombres de compositores. Condujo unos minutos escuchando la música, pero la interrumpió muy pronto, avergonzado de la efusión sentimental que le provocaba, y también de la evidencia de su propia deslealtad, que lo convertía ahora mismo, en la soledad del coche, mirando su cara con gafas oscuras en el espejo de la izquierda, en una especie de actor. Pensaba que ya no tenía derecho a conmoverse con lo que gracias a Susana le había sido ofrecido, lo que en realidad no era suyo ni podía serlo ni le correspondía, y le sería retirado por tanto al alejarse de ella. Quizás le había sido retirado ya, y ahora usurpaba emociones que no le pertenecían.
   Cuando subiera al coche, su mujer le preguntaría extrañada por todas esas cintas, si es que se fijaba, si era verdad que había salido de la atenuada catalepsia de los últimos meses. No sabía que te gustara tanto la música, diría, tal vez ya sospechando, a punto de fijarse también en algunas variaciones sutiles y a la vez cautelosas en el vestuario, en la corbata, incluso en la simple manera de mirar. «Tú no te das cuenta, pero ya no miras como antes», le había dicho Susana, mirándose los dos en el espejo del lavabo, en casa de ella, los dos desnudos, despeinados, con un brillo idéntico de satisfacción y abandono en los ojos.

FULANAS O SUMISAS, Fernanda Tabarés



   El día que Renee Zelwegger visitó a su plástico y se hizo un trasplante de cara fue un mal día para la mujer. Para la propia Renee y para la mujer en el sentido más absolutamente genérico de la palabra. Tras salir del cirujano, yo creo que Bridget Jones tendría que haber acudido a un tanatorio y velar su recuerdo físico, hacerle un funeral a sus pellejos, encomendarse a su blefaroplastia y despedir a la persona que fue, a la mujer a la que parieron. Sería una forma ritual de saludar a su nueva apariencia porque el bisturí dejó de cuerpo presente a la actriz que salió del quirófano convertida en otra en un proceso que es lo más parecido a la muerte, esa muerte a la que ahora se entregan de forma voluntaria y compulsiva señoras bellas e inteligentes enfermas de esta idea banal y toxicómana de la juventud.
   En algún momento de los últimos años las mujeres nos empezamos a estafar. Ya me dirán cómo explicamos que individuas cultas e inteligentes, bellezones con muchos posibles, tías estupendas, señoras de los pies a la cabeza sucumban a esa presión por paralizar el tiempo que finalmente las convierte en monstruos. Decía Benedetti, hablando de la belleza, que cada cuerpo su armonía y su desarmonía. Que en algunos casos la suma de armonías puede ser casi empalagosa y que en otros el conjunto de desarmonías produce algo mejor que la belleza. A cada vez más mujeres les cuesta encontrarse la guapura en sus desarmonías, en esta estafa colectiva que impone un ideal uniformado que penaliza a las que rompen el molde. O eso creemos.
   Lo que falla es la base misma del razonamiento, esa asociación tan del siglo veinte entre belleza y juventud, como si la hermosura dependiera solo de los años, como si no hubiera viejas hermosas y jóvenes horrorosas a las que solo el tiempo mitiga la dureza de su mueca. Cincuenta años después de la revolución feminista, 165 después de las cuáqueras sufragistas, ¡¡65 después de que Simone de Beauvoir escribiera El segundo sexo !!,  la mujer del siglo XXI está enferma de autoestima, esa red fragilísima que empieza a tejerse en cuanto la criatura asoma al mundo y que cualquier cretino pertrechado con esa agresividad imbécil que exuda un buen complejo de inferioridad puede cargarse con dos comentarios y una recriminación sexual dicha a tiempo.
   Manuel Femández Blanco, psicoanalista, me ratificaba estos días que las relaciones sexuales se construyen hoy a través del porno y que la dependencia afectiva de las crías es más intensa que nunca. Escucho cómo una veinteañera confirma que las mujeres con el sexo aventurero son tildadas de zorras mientras que los chicos con una entrepierna de trotamundos son unos campeadores. ¿Qué ha pasado con los últimos treinta años? ¿Por qué extraños derroteros se ha desarrollado la mujer? La lista de estereotipos es atosigante: se sospecha de los hombres que sucumben a los brazos de la mujer madura; el declive reproductivo sigue siendo un pasaporte indefectible hacia la jubilación social; el declive físico se tolera en los hombres y se desprecia en las mujeres; las portadas de las revistas proyectan seres inventados con el ratón del phohoshop y la publicidad (ah! la publicidad...) vende mujeres sumisas o putas o vírgenes o enfermas. El último editorial de moda de la revista Interview enseña a un grupo de modelos cubiertas con ropa de grandes firmas y rodeadas de basura... Las fotos, en esta página. Sin comentarios.

FERNANDA TABARÉS, Fulanas o sumisas, La Voz de Galicia, A Coruña, 1 de noviembre de 2014.

LA AVENTURA DE SIMÓN

   El invierno se acercaba y los cuervos tenían ya sus nidos hechos. Una pequeña bandada de estos pájaros vivía en un grupito de robles cercanos a una aldea y por eso Luis siempre se preocupaba por los demás.
   -¡Eh, no os alejéis mucho del robledal! –les decía.
   -¿Por qué no? –preguntaban todos.
   -Porque en estos lares habitan unas criaturas horribles que, si nos ven, no descansarán hasta darnos caza.
   A pesar de sus advertencias, el pequeño Simón, un cuervo joven e inexperto, decidió salir a explorar el mundo. Era una mañana soleada y tranquila y Simón creía que nada podía pasarle. No obstante, tras atravesar las colinas y el prado, llegó a una humilde granja. Allí semejaba esperarle un hombre fornido que sostenía una horrible herramienta en sus descomunales manos, pero no era para darle la bienvenida, precisamente. En el mismo momento en que se cruzaron sus miradas, Simón supo que tenía que huir; pero, antes de poder reaccionar, un pequeño proyectil proveniente del arma que portaba el hombre impactó en el aparentemente frágil cuerpo del animalillo, haciéndole caer, indefenso. Cuando aquella bestia sin corazón se disponía a rematarlo, el Sabio Luis apareció entre la vegetación y agarró, con sus veteranas patas, el cuerpo de Simón, llevándoselo así por el aire. Antes de perderse tras las colinas pudo advertir, por el rabillo del ojo, cómo otra persona bastante más pequeña intentaba contener al hombre que había estado a punto de acabar con la vida de su amigo.
   Cuando llegaron a los nidos, le aplicaron a la herida de Simón unos remedios naturales y esta se fue curando poco a poco. Al preguntarle el resto de la bandada a Luis qué había pasado, éste les relató la historia con pelos y señales, y luego añadió:
   -Así son los Humanos. Atacan sin razón, aunque ellos piensan que tienen sus motivos. Dicen que nuestro canto les molesta, pero son ellos quienes contaminan el mundo acústicamente. Dicen que nos alimentamos de sus cultivos, pero son ellos quienes sacrifican pájaros para comerlos. Dicen que nosotros ensuciamos su mundo, pero son ellos quienes lo están echando a perder, y parece que les trae sin cuidado. Vivimos a un tiro de piedra de la especie más estúpida y peligrosa del planeta, así que deberíamos ser un poco más sensatos.
   -Pero fue una persona la que os salvó –objetó María.
  -Sí… Supongo que no todos los Humanos son tan inconscientes después de todo.

                                                                   Alberto Gómez Perales 2º ESO

jueves, 30 de octubre de 2014

CONTROL DE LECTURA PLENILUNIO 02


  —La echa mucho de menos.
   No había preguntado: afirmaba. Pero el inspector, si se hubiera atrevido a decir la verdad, no habría contestado que sí. Quería que volviera, y no sólo del sanatorio, sino del túnel de desolación y mutismo en el que llevaba tanto tiempo sumida, pero no podía decir que añorara su presencia junto a él, que sintiera su falta en la casa al volver del trabajo. A nadie le podía decir que muchas veces había pensado dejarla, no porque deseara a otra mujer, a otras, sino simplemente porque no la quería, porque hubiera preferido estar solo, sin el continuo agobio de pensar que ella estaba esperándolo cuando tardaba, que estaba sufriendo cada gesto suyo de despego y frialdad: no era verdad que uno pudiera acostumbrarse a todo, ella no lo había logrado, después de tantos años.
   —Mire la luna —dijo Susana: se habían quedado los dos en silencio. Frente a ellos, por encima del valle ondulado de olivares y de la silueta negra de la sierra, la media luna blanca permanecía inclinada e inmóvil como un globo, cercada por una incandescencia fría que apagaba a su alrededor el brillo de las constelaciones—. Qué alta está la luna. ¿Conoce esa canción? Qué alta está la luna. Creo que va a sonar de un momento a otro. Stephenie Meyer creía de pequeña que todos los libros trataban de la luna. A mí me pasa eso con las canciones. Casi todas las que más me gustan tienen que ver con ella.
   —Está en cuarto creciente.
   —Yo eso nunca lo sé. ¿Cómo puede estar seguro?
   —Un cura me lo explicó hace muchos años y no se me ha olvidado. La luna es embustera, me decía. Cuando tiene forma de C, no está en cuarto creciente. Lo está cuando parece una D mayúscula. Cada vez que la miro me acuerdo de eso.
   A Susana le estaba pareciendo que la voz de Leonard Cohen era demasiado triste y buscó otra música que le avivara el ánimo, un cedé de Nirvana, Nevermind, que siempre había tenido sobre ella un efecto infalible.

***

Tomando como punto de partida el texto elabora un comentario en el que puedes tratar los asuntos indicados.

  1. Localiza el fragmento en el conjunto de la historia.
  2. Señala la significación del episodio para la caracterización de los personajes.
  3. Polifonía (o multiperspectivismo), estilo, estructura, motivos temáticos recurrentes y técnicas narrativas en Plenilunio.
  4. Relación entre las múltiples historias que contiene la novela.
  5. Localiza los errores que contiene el texto y di por qué son relevantes en esta secuencia.

***
  El fragmento de la historia corresponde a la primera cita entre Susana Grey (antigua profesora de Fátima)  y el inspector.
   Susana le había propuesto ir a tomar algo a un local alejado de la ciudad al que solía ir sola. El inspector no contaba con ello, ambos salían del ascensor donde Fátima había sido raptada y acababan de escuchar, en la casa de la niña, cómo del otro lado del teléfono una voz repetía su nombre.
   El inspector aceptó, lo había cogido desprevenido. Él ni siquiera sabía si quería ir.
  Estaban en el coche de Susana e iban hablando, no iba a ser la primera vez que sucediera esto.
   La música que suena en el coche describe a Susana Grey. Siempre escucha a Ella Fitzgerald u otros artistas de jazz (en una escena posterior sonará Just friends para caracterizar la relación entre Susana y Ferreras). Pero lo más curioso es cómo la luna está siempre presente en las canciones que escucha, ya que hay que tener presente que el violador sólo actúa las noches de luna llena.
   La música hablará de Susana a lo largo de todo el libro, de la sumisión a su antes marido y de sus sentimientos.
   En el fragmento, los errores están relacionados con los artistas y las canciones y, por lo tanto, la descripción de Susana es otra y las sensaciones que se desprenden también. Nirvana no pertenece a su discoteca, la voz masculina y ronca de Leonard Cohen no suena en el coche y no es Stephenie Meyer quien creía que todos los libros hablaban de la luna.
   El inspector transmite frío. Su mujer está en un sanatorio porque él la llevó a un estado de ausencia y desolación durante los años pasados en Bilbao. No es capaz de tomar la determinación de dejarla, aunque tenga claro que no la quiere y, con todo, está dentro del coche de Susana escapando de la ciudad y el ruido de su vida.
   Todos los personajes que aparecen en la novela se van entrelazando de una forma u otra, como aquí el inspector y la que hasta hace un tiempo era una profesora totalmente desconocida para él. Cada personaje filtra su punto de vista en un capítulo mediante el narrador multiselectivo en estilo indirecto libre. El inspector piensa en este episodio “Quería que volviera, y no sólo del sanatorio...” como el violador piensa sobre sus padres en otros, o el padre de Fátima se siente culpable.
   El hecho de que un viaje en coche pueda ocupar casi un capítulo (en un libro con un argumento de novela negra) demuestra que el autor busca algo más. Se emplea una estructura de rebobinado reiterado en paralelo, esto es, los personajes cuentan la misma situación desde sus correspondientes perspectivas y reviven continuamente escenas del pasado. Tal estructura provoca un ritmo lento, que una vez más no se corresponde con la novela de género, y es que no lo es. El autor conduce al lector a la reflexión y se ayuda de todas las intervenciones, mediante el estilo indirecto libre, de los personajes.
   La luna, la música, el norte y el sur, las miradas... son excusas y elementos que se repiten una y otra vez y que no hablan de otra cosa que no sea la naturaleza perversa del hombre.

Lola Mosquera Sánchez

miércoles, 29 de octubre de 2014

CONTROL DE LECTURA PLENILUNIO 01




   Si él quiere, si le da la gana, si le sale de la punta de la polla, cualquier cosa que se le ocurra puede hacerla y no pasa nada, parecerá luego que ha soñado y sin embargo será real, saldrá en los periódicos y en el telediario de las tres. Si él quiere, si le da la gana, ahora puede cruzar a la zona ajardinada del centro de la plaza y entrar en la cabina que hay junto a la estatua, y marcar el número de la comisaría, preguntando por el inspector jefe, con la voz suave, pero no tanto, está visto que si se habla con educación no le hacen caso a uno, la voz suave pero mandando, tengo una cosa muy importante que decirle: desde la misma cabina vería la sombra alejarse de los cristales del balcón para contestar la llamada. Puede llamar y colgar cuando alguien se ponga, puede decirlo y colgar enseguida, o mantener una conversación con el inspector, como el asesino de Psicosis, que ha visto muchas veces, aunque le parece demasiado adornada y fantástica. Puede decirle al inspector jefe quién es él y qué ha hecho y qué puede hacer cuando y donde le dé la gana y colgar luego y salir de la cabina y no va a pasarle nada, puede llamar al programa de la madrugada donde tanta gente se pone misteriosa para contar majaderías y contarle a la puta de la locutora algo que le corte de verdad la respiración.
   Pero hay algo más, algo todavía más excitante, tan tentador que no sabe si puede o si quiere resistirse. Lo piensa al ver a un cura viejo que camina delante de él hacia la calle Mesones y la calle Nueva, pasados los soportales del Monterrey. No lleva sotana, pero él sabe que es un cura, lo conoce de siempre, un cura viejo, de toda la vida, que...

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Tomando como punto de partida el texto elabora un comentario en el que puedes tratar los asuntos indicados.
  1. Localiza el fragmento en el conjunto de la historia.
  2. Señala la significación del episodio para la caracterización de los personajes.
  3. Polifonía (o multiperspectivismo), estilo, estructura y técnicas narrativas en Plenilunio.
  4. Relación entre las múltiples historias que contiene la novela.
  5. Localiza el error que contiene el texto. Di por qué es relevante. Completa la descripción truncada.
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   El fragmento de la novela Plenilunio que se presenta corresponde al momento en que el asesino sale de su casa y camina hasta la plaza del General Orduña. Allí pasa por delante de la comisaría y pregunta al guardia si hay noticias sobre el caso de Fátima. Cuando este le contesta de malas maneras que él no está ahí para dar ruedas de prensa, el asesino explota en un arrebato de egolatría, por eso afirma que podría matarlo y no pasaría nada.
   En este capítulo, dedicado íntegramente al asesino, se da a conocer de un modo más visible su egocentrismo enfermizo (visible, por ejemplo, cuando presume de poder matar al guardia impunemete). También es evidente su perversa exhibición de poder y su infantil sentimiento de invencibilidad, por ejemplo, cuando se expone que él podría llamar al inspector y contarle lo que ha hecho y no importaría, ya que no tiene manera de saber quién es o de atraparlo.
   Otro aspecto que muestra este capítulo, en relación a la personalidad del asesino, es su odio constante hacia todo, hacia la lencería de mujer demasiado cara, hacia los andares del Padre Orduña, a quien caracteriza como viejo senil, mostrando su desprecio hacia la gente mayor, describiéndose, en cambio, a sí mismo como a un abnegado hombre que no hace más que trabajar y al que todo y todos maltratan.
   Esta novela, Plenilunio, está escrita desde la visión de varios personajes. El narrador viaja de la visión del mundo del inspector a la mente de Susana Grey y de esta deriva, por ejemplo, a la del asesino. Pero entre las historias paralelas que se cuentan siempre hay conexiones o cruces de caminos. El inspector investiga el caso del asesinato de Fátima y a su vez conoce a Susana Grey, que era profesora de la niña, y crea un vínculo con ella, puesto que ella compra habitualmente en la pescadería donde trabaja el asesino.
   En cuanto al estilo narrativo de esta novela, el narrador utiliza frecuentísimamente el estilo indirecto libre, generando en el lector la duda sobre la certeza de la historia, ya que a pesar de ser un narrador omnisciente es parcial y omite información que nos concede cuando a él le interesa por lo que se convierte en no fidedigno.
   La estructura de esta novela es digresiva, es decir, causa la sensación de contarnos lo mismo en cada capítulo, pero siempre con un matiz más, con un nuevo flash back relevante o un detalle que desvela algo. Con esto consigue que se necesite comprender cada uno de los datos que ha ido deslizando sutilemente en el desarrollo de la historia.
   El error presente en este fragmento es el título de la película a la que hace alusión el asesino, el título real es El silencio de los corderos. Esto es relevante ya que el asesino se compara con el asesino de dicha película y esto perdería el sentido si fuese Psicosis.
   La descripción del Padre Orduña se puede completar con un texto similar a este: […] que lleva una cruz de madera colgada al cuello, que andaba con la cabeza baja y el mentón pegado al pecho, arrastrando los pies.

sábado, 25 de octubre de 2014

EXAMEN PAU SEPTEMBRO 2014 OPCIÓN B



OPCIÓN B

   En todos los patios de colegio han existido siempre los matones. En ninguno ha faltado el truhán que, amparado en su corpulencia o en su falta de escrúpulos, acosaba al compañero más vulnerable, le inventaba un apodo o ingeniaba una broma pesada con que humillarlo. Su diversión favorita, más que los deportes o los juegos, era encontrar una víctima propiciatoria sobre quien lanzar sus burlas y ejercer su despotismo, a quien poner la zancadilla o arrinconar para quitarle el bocadillo o el dinero bajo amenazas y chantajes.
   Por las noticias que siguen apareciendo a diario en la prensa —en España y fuera de España—, la situación no ha variado mucho. Cualquier excusa es buena para el acoso: que alguien use gafas o lleve aparato en los dientes, que sufra acné o calce un número muy grande de zapatos. Pero sobre todo se ejerce sobre quien tiene algún defecto físico o es diferente al grupo, sobre el chico o la chica gordito o flaco, sobre el torpe deportivamente, sobre el homosexual o sobre quien tiene otro acento al hablar u otro tono de piel.
   El acoso es tan viejo, tan conocido, y es tan nítido su significado que no resulta necesario aplicarle el neologismo bullying. Y aunque se trate de un asunto de niños, no es un problema pequeño ni para tomar a broma: el miedo y la angustia también caminan en pantalón corto.
   El matón es un tipo que pretende aumentar su valoración en el Dow-Jones escolar subiéndose sobre los hombros de aquellos a quienes quiere convertir en bonos basura. Pero, con todo, su principal arma no está en sus músculos ni en su crueldad, sino en su pertenencia a un grupo que en esas ocasiones se convierte en manada.
   Frente a ellos tiembla la figura del acosado: el chico o la chica que, mientras todos sus compañeros están deseando que terminen las clases para salir al patio, terne que empiece el recreo, porque esos minutos que debían ser de descanso son un periodo de ansiedad y de pánico. Para él, el patio es un patíbulo. Mientras los otros juegan, gritan y saltan satisfechos, él aspira a esconderse en su camisa y pasar desapercibido, anónimo, a que nadie se fije en sus andares, porque cualquier cosa que haga es un detonante para las cargas de caballería: si saca buenas notas, porque despierta la envidia de los acosadores; si suspende, porque es tildado de torpe. Si viste de marca, porque es una pija; si viste de trapillo, porque es una choni. En una situación así, su fracaso escolar está servido, pues no sabe de qué sirve ir al colegio si solo es para recibir humillaciones.
(Eugenio Fuentes, El País, 17 de septiembre de 2013, adaptación)


CUESTIONES
PRIMERA PARTE [2,5 PUNTOS]

1.  Explica el significado de las siguientes palabras o expresiones destacadas en el texto: escrúpulos, víctima propiciatoria, despotismo, nítido, detonante. [1,0 puntos]
2.  Resume el contenido del texto; hazlo entre 5 y 10 líneas. Si lo prefieres, puedes optar por elaborar un esquema ordenado que ponga de relieve las ideas principales. [1, 5 puntos]
 
SEGUNDA PARTE [1,5 PUNTOS]
 
3.  Redacta un comentario critico sobre el texto, manifestando tu acuerdo o desacuerdo con las ideas contenidas en él. Recuerda que debes elaborar un texto propio, argumentativo, bien organizado, redactado con corrección y adecuación.
 
TERCERA PARTE: CONTESTA A LAS DOS PREGUNTAS SIGUIENTES: [2, 0 PUNTOS]
 
4.  En el fragmento subrayado en el texto, señala los pronombres e indica su clase, función y referente [1, 0 puntos]
5.  Muestra, con ejemplos (al menos uno de cada), la diferencia de uso entre las siguientes parejas homónimas: asimismo / a sí mismo; entorno / en torno; sinfin / sin fin; demás / de más. [1, 0 puntos]
 
CUARTA PARTE [4 PUNTOS]
 
6.  Explica el tema de este fragmento en relación con la obra a la que pertenece: [1,0 puntos]
 
ASEL.— Poco importan nuestros casos particulares. Ya te acordarás del tuyo, pero eso es lo de menos. Vivimos en un mundo civilizado al que le sigue pareciendo el más embriagador deporte la viejísima práctica de las matanzas. Te degüellan por combatir la injusticia establecida, por pertenecer a una raza destacada; acaban contigo por hambre si eres prisionero de guerra o te fusilan por supuestos intentos de sublevación [...] (La Fundación)
 
7.  Tiempo y espacio en Plenilunio. [1, 0 puntos]
8.  ¿A qué autores y a qué géneros literarios pertenecen las siguientes obras? a) La casa de Bernarda Alba; b) Fortunata y Jacinta; c) En las orillas del Sar; d) Azul; e) Los Pazos de Ulloa. [1, 0 puntos]
9.  Las trayectorias poéticas de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. (1.0 puntos)

viernes, 24 de octubre de 2014

EL PRIMER VUELO DEL JILGUERO



Aún no me había acostumbrado a la vida en el nido, cuando mi madre me despertó una mañana , junto con mis hermanos y nos dijo que echáramos a volar. Mis hermanos no eran muy agradables, ni tampoco mi madre.


Estaba muy asustado , pues no sabía qué hacer. Había observado muchas veces a los demás pájaros cuando desplegaban sus alas, y como por arte de magia se elevaban en el cielo. Pero tenía verdadero terror al pensar en caerme. Uno tras otro mis hermanos planearon sobre mi cabeza. Sin embargo, cuando fue mi turno, el miedo hizo que cayese sobre unas ramas, que si no fuera porque el azar quiso que me sujetasen, no contaría el cuento que ahora relato. Desconsolado, dolorido y humillado por las burlas de mi madre y mis hermanos, decidí seguir a pie por el bosque. Tenía mucho miedo, ya que había diversos animales mucho más grandes que yo, ante los que me encontraba indefenso. De repente el sonido de un canto familiar me llegó a los oídos como verdadera música. Sí, era el canto de un jilguero, quizá él me ayudaría. Avancé rápidamente entre los matorrales y vi a uno no, sino montones de pájaros con el inconfundible plumaje rojo, negro, amarillo, marrón y el antifaz de los jilgueros, pero tan solo uno hablaba, era más grande y mayor que los que lo rodeaban que eran de mi edad. Aquella pequeña comunidad me recibió abiertamente eran muy agradables e inteligentes, sobre todo el mayor, que escuchaba nuestros problemas. Cuando oí, que les instruía para su primer vuelo, no dudé en quedarme, nos relataba historias de pájaros de todas las especies que volaban, historias de humanos que fracasaban al intentar imitarnos, de Ícaro, el hombre que se quemó con la luz del sol, al volar imitando a los pájaros. Entre otras muchas más historias y anécdotas, nos dijo que los pájaros estábamos hechos para volar, y que si no lo intentábamos o fallábamos por miedo, era que no lo habíamos intentado de verdad. Después de muchos intentos y moratones, se reunió conmigo durante la noche, y me contó la única historia de la que no era protagonista un pájaro. Me habló de un lugar cercano al bosque al que la única manera de acceder, era volando "No es comparable con nada que hayas visto" prosiguió "Es igual que un bello espejo, en el que nos vemos de verdad, una superficie lisa que podemos atravesar, un portal a otro mundo..." Quedé tan embelesado con sus palabras que a la mañana siguiente, me levanté con el sol, respiré hondo, cerré los ojos, y me dejé caer. Cuando los abrí, recorría el espacio a pocos metros del suelo, con una sensación indescriptible, me elevé más alto, entre árboles y árboles, me sentía libre y con fuerzas. Y entonces lo vi, el espejo, el portal a otro mundo, más bonito que en la descripción del jilguero viejo. No lo pensé dos veces... volé y volé... sin saber a dónde... simplemente... volé.

                                                                                              Julia Nieto Mantiñán 2º ESO