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viernes, 8 de marzo de 2013

MODELO DE EXAMEN, La memoria de los seres perdidos


    Llevaban esperando cerca de veinte minutos, así que incluso habían conseguido aparcar, al quedarse un hueco libre cerca de donde estaban parados. Ahora, además, llevaban diez minutos en silencio, mirando fijamente la puerta del edificio. No es que todo estuviese dicho, pero no servía de nada dar vueltas y más vueltas a la misma conversación.
    Fue Miguel el que rompió el silencio nuevamente.
    —¿Y si hoy no sale?
    —Lo hace todos los días, descuida.
    Fue una coincidencia, pero acababa de decirlo cuando la vieron aparecer por el portal.
    Su madre.
    Petra Puigbó se detuvo tan sólo un par de segundos para saludar a una mujer que se le cruzó en dirección contraria.
    Luego siguió caminando a buen paso, hasta perderse por la primera esquina de la derecha, por el lado opuesto al que se encontraban ellos. Estela todavía no se movió del coche.
   Contó hasta diez.
   —Vamos —suspiró finalmente.
   Salieron los dos del coche y él lo cerró con el botón de la llave. Cruzaron la calzada y se metieron en el portal, vacío a esa hora. El ascensor los condujo al piso de los Lavalle. En menos de un minuto estaban en su interior.
    Sólo entonces los nervios de Estela empezaron a dispararse.
   —¿Por dónde empezamos? —preguntó Miguel.
   —Si hay algo, sólo puede estar en la mesa de mi padre o en la habitación de ellos.
   Le guió. Primero a la mesa de Armando Lavalle. No era exactamente un despacho, pero sí una mesa de oficina situada en la habitación multiuso, en la que igual se guardaban maletas que utensilios de limpieza en perfecto orden. Su padre solía guardar allí papeles y cosas referentes a su negocio, como por ejemplo alguna doble contabilidad o detalles escamoteables a Hacienda. Los cajones no estaban cerrados con llave.
   —Tú mira esos cajones —señaló Estela.
  Empezaron a abrirlos. No sabían exactamente qué buscaban. Lo único que pensaban era que si daban con algo, lo sabrían en cuanto lo vieran. En silencio, pasando páginas llenas de cifras, registraron minuciosamente la mesa, sin dejar nada al albur. Estela incluso buscó algún cajón secreto, algún compartimento oculto. No lo había.
   —Vamos a la habitación —dijo ella.
   Toda la noche estuvo pensando en que lo único que deseaba era no dar con nada, seguir igual. Toda la noche. Sólo que si era así... las dudas persistirían, a no ser que le preguntara directamente a su padre. Y eso era muy difícil.
    Tanto como hacerse aquella prueba de sangre que le pedía Ana Cecilia Mariani. Y si era verdad, si todo era verdad... ni siquiera sabía qué hacer.

  1. Sitúa este fragmento de La memoria de los seres perdidos en la historia. Explica por qué es relevante. [1,5] puntos]
  2. Tipos de oraciones compuestas. Escribe un texto valorativo sobre la novela de Jordi Sierra en el que emplees un ejemplo de cada tipo. Señálalos. [1,5 puntos]
  3. Desarrolla el tema:________________________________________________________________. [2 puntos]
  4. Explica en qué consiste la función DETERMINANTE. Localiza palabras en el texto que la desempeñen y caracterízalas morfológicamente. [1 punto]
  5. Haz un análisis arbóreo completo de las frases siguientes. [2 puntos]
  • La primera esquina de la derecha.
  • Alguna doble contabilidad o detalles escamoteables a Hacienda.
  1. Identifica el tipo de unidad y función desempeñada en la unidad superior por los elementos subrayados, siguiendo el modelo, línea 1 veinte, adjetivo numeral en función de DETERMINANTE de frase nominal. [2 puntos]

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    Ante la nutrida ausencia de afectados por un virus que exime de simulacros de incendios...
     

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