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viernes, 23 de octubre de 2015

MODELO DE PREGUNTAS CONTROL DE LECTURA



   El inspector la miró un instante y apartó enseguida los ojos, fijos de nuevo en la carretera. Habría podido decir que no si ella le hubiera dado tiempo, pero actuó muy rápido y lo tomó por sorpresa, sabiendo perfectamente que hasta un cierto punto lo forzaba a aceptar. Habían bajado callados en el ascensor, y al inspector se le hizo raro pensar que una parte de los hechos sobre los que se venía interrogando tan obsesivamente a sí mismo en los últimos tiempos había tenido su arranque y su escenario justo allí, en esa misma cabina de paredes metálicas a la que Fátima había subido tantas veces. En el mismo lugar donde él apoyaba ahora la mano, junto al panel con los números de los pisos, habían estado las manchas de sangre de los dedos del asesino; allí mismo le habría mostrado a Fátima una navaja, le habría tapado la boca con la mano, sofocándole la respiración. «Las cosas en las que piensa mucho uno le acaban pareciendo inventadas», le dijo luego a Susana, y ella le contestó: «Las cosas y las personas. Cuando yo me enamoraba de alguien me acordaba tanto de él y le daba tantas vueltas a la imaginación que lo veía otra vez y me costaba reconocerlo».
   Pero aún no eran capaces de hablar de sí mismos con un poco de desenvoltura. En el ascensor a los dos los entorpecían la proximidad y el silencio, y casi no tenían nada más en común que el alivio de haber salido de la casa de Fátima, el piso angosto de trabajadores pobres, con demasiados muebles y cosas, enrarecido por el luto, por la falta de aire tras los balcones cerrados, el sufrimiento sin consuelo, la destilación lenta del rencor. Salieron al portal y estaba a oscuras, con una sugestión de abandono y peligro que ya parecía haber estado allí antes de que Fátima lo cruzara empujada o conducida por su asesino, que le pasaba una mano por encima del hombro y le apretaba la nuca.
   Tardaron un poco en dar con la luz del portal, y al encenderla se encontró cada uno con los ojos del otro, con un exceso involuntario de intensidad que a los dos les resultó embarazoso. Nada es más difícil que aprender a mirar a alguien, a ser mirado de cerca por otro.

  1. Localiza el fragmento en el conjunto de la historia.
  2. Señala la significación del episodio para la caracterización de los personajes.
  3. Estilo en Plenilunio: las oraciones en negrita son características de la "voz narrativa". Explica con qué finalidad crees que el autor emplea ese estilo valorativo y aforístico.
  4. Estructura en Plenilunio: la narración está siempre entreverada de historias que remiten al pasado. Explica qué consigue el narrador demorando la narración de los acontecimientos de la investigación policial.

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