Una crónica (De el latín Chronicon) es una obra literaria
consistente en la recopilación de hechos históricos narrados en orden
cronológico. La palabra crónica viene del latín chronica, que a su vez se deriva del griego kronika biblios,
es decir, libros que siguen el orden del tiempo. En una crónica los
hechos se narran según el orden temporal en que ocurrieron, a menudo por
testigos presenciales o contemporáneos, ya sea en primera o en tercera
persona.
Se entiende por crónica la historia detallada de un país o región, de
una localidad, de una época, de un hombre o de un acontecimiento en
general, escrita por un testigo ocular o por un contemporáneo que ha
registrado, sin comentarios, todos los pormenores que ha visto, y aún
todos los que le han sido transmitidos. Tales son por ejemplo, las
crónicas latinas de Flodoardo, canónigo de Reims, y de Guillermo de Nangis y las crónicas francesas de Froissart y de Enguerrand de Monstrelet. De todos los países europeos, los más ricos en crónicas son Francia, España, Italia e Inglaterra.
En la crónica se utiliza un lenguaje sencillo, directo, muy personal y
admite un lenguaje literario con uso reiterativo de adjetivos para
hacer énfasis
en las descripciones. Emplea verbos de acción y presenta referencias de
espacio y tiempo. La crónica lleva cierto distanciamiento temporal a lo
que se le llama escritos históricos. Por medio de las crónicas se
pueden redactar escritos, tomando las opiniones de varias personas para
saber si esto es cierto o no, como en el libro Crónica de una muerte anunciada escrito por Gabriel García Márquez.
Las crónicas son también un género periodístico.
Se las clasifica como "amarillas" o "blancas" según su contenido. Las
"amarillas" tienen material más subjetivo y generalmente la voz
autorizada es una persona o ciudadano común; las "blancas" usan material
más objetivo y la voz autorizada es, generalmente, la autoridad, un
profesional, etc.
Ilustración: Etinitzer
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