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Reproducimos a continuación un artículo que, subtitulado La misoginia ataca de nuevo nuestro cuerpo, alimenta la conversión del cuerpo de la mujer en objeto de despiece cárnico. ¿Así desaparecerá la misoginia? El artículo lo firma una mujer y lo publica una revista del grupo Prisa. ¿Dos motivos de perplejidad?
Tal vez haya espacio para un tercero: en la edición impresa, entre las mujeres desnudas, aparece la imagen con la que en las carnicerías señalan las partes más preciadas del cerdo. Esa imagen ha desaparecido de la edición digital a la que se llega desde este enlace. ¿Retractación o ataque de elegancia?
Tal vez haya espacio para un tercero: en la edición impresa, entre las mujeres desnudas, aparece la imagen con la que en las carnicerías señalan las partes más preciadas del cerdo. Esa imagen ha desaparecido de la edición digital a la que se llega desde este enlace. ¿Retractación o ataque de elegancia?
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Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que las mujeres quizá se
preocupaban por tener las nalgas caídas o las caderas demasiado anchas.
Ya no es tan fácil. Ahora hay todo un nuevo catálogo de
obsesiones. Como si se tratara de una sala de despiece, la anatomía
femenina se descuartiza dando lugar a partes de nuevo cuño, pensadas
sobre todo para generar complejos y ansiedades. Estos términos suelen
nacer en medios como el siempre sospechoso Daily Mail –la barra derecha de su web, con fotos de celebrities,
ya se conoce como la “barra de la vergüenza” porque es imposible salir
bien parada: demasiado gordas, demasiado viejas, demasiado flacas…– y se
multiplican después en Internet. Al calor de Instagram, Pinterest y Tumblr, se
alimentan nuevas obsesiones malsanas como la del "thigh gap", el hueco
que tienen algunas mujeres, extremadamente delgadas (pero ni siquiera
todas ellas) entre las caderas. Doctores como Antonio Tapia, del
Instituto Tapia, (y cualquiera con un poco d sentido común) advierten:
no conviene intentarlo en casa. "Esa es una característica que depende
de la morfología de cada cuerpo y es bastante peligroso querer
conseguirlo a través de la dieta". Y lo mismo con otras de estas nuevas
variantes anatómicas.
- Alitas de bingo. Carne que cuelga de los antebrazos, común entre las aficionadas a la línea y el cartón. El periódico Daily Mail identificó hasta seis tipos.
- Hoyuelos. Pero en la espalda. Existe incluso un tumblr dedicado a los llamados back dimples, un curioso fetichismo.
- ‘Side butt’ o culo lateral. Saltó a la fama con el Antonio Berardi que lució Gwyneth Paltrow en el estreno de Iron Man.
- Escote trasero. Típicamente masculino, algunas como Heidi Klum han hecho bandera de su hucha en las alfombras rojas.
- Bajoculo. Los microshorts cortados a la altura de la ingle han expuesto este trozo de nalga. Defensoras: Miley Cyrus y Kate Moss.
- ‘Thigh gap’. Espacio que queda entre los muslos de algunas mujeres. El hueco de Cara Delevingne tiene Twitter: @CarasThighGap.
- Pecho lateral. Fue la estrella de 2012, cuando tops y vestidos con la sisa muy amplia dejaban ver el pecho por los costados.
- Bajopecho. Miley ha resucitado este fenómeno de los 80: el trozo de pecho que se ve por debajo si se lleva un top muy corto.
- Asitas del amor. O michelín lateral, que tiene casi cualquiera que no desfile para Victoria’s Secret.
- Magdalena. Michelín que se evidencia al llevar camiseta corta y pantalón de cintura baja.
- Dedo de camello. Dícese del efecto que se crea cuando se llevan pantalones demasiado ajustados y se marca la forma de la vagina.
BEGOÑA GÓMEZ URZAIZ, Sala de despiece femenina, S MODA El País, 23 de noviembre del 2013, p. 10.
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