Esta es una historia de luminosos –y trágicos- encadenamientos. Para resumir: un joven alumno de psiquiatría en la España de los años veinte queda impactado de por vida tras su paso por la Residencia de Estudiantes. El asombro se debe, muy probablemente, al proselitismo de dos compañeros: un fanatizado Salvador Dalí en torno a la figura de Freud y un Federico García Lorca subyugado por la teoría de los sueños. Intenta convertirse en pionero –sin éxito- del psicoanálisis en España y acaba fundando, nada más y nada menos, que el inicio de las terapias con dicho método en Argentina.
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