La
mayor parte de la literatura medieval es anónima. Eso es debido a
que el autor no tenía la conciencia de autor, sino de artesano, es
alguien a quien se le pide que escriba algo. [...]
Si
lo que escribe vehicula intereses de la corona, está claro
que quien se lo pide es la corona. Si lo que escribe vehicula
intereses de la Iglesia, que quien se lo pide es la Iglesia
(Mester de Clerecía). Si trata de adulterio, quien se lo está
pidiendo es el pueblo (rebeldía frente las instituciones:
gubernamental, eclesiástica, matrimonial…). Al poder, lógicamente,
no le gustaba esto, y en el caso del autor-artesano que
escribe para el pueblo, el anonimato le evita problemas.
Con
lo dicho, y en los ejemplos a continuación, se pueden ir observando
dos cosas: 1) quién ha inspirado el texto; 2) qué “mal”
hay en esa sociedad (deducción de lo anterior: si se predica que
sean devotos, es que no son devotos).
Los
Milagros de Nuestra Señora, de Gonzalo de Berceo (no se le
puede considerar autor aún), predican que, sea cual sea tu pecado,
serás perdonado si te conviertes en devoto de María, ergo la gente
no era devota, no iba a la iglesia.
Igual
ocurre con el famoso cantar de gesta de la reconquista
cristiana, el Cantar de Mio Cid (anónimo): se ofrece un ejemplo
de héroe vasallo, totalmente obediente, que aun injustamente
desterrado y despojado de sus bienes, implora de rodillas el perdón
del rey, ergo los nobles vasallos no eran obedientes al rey.
¿Interesaba
esto al receptor, entonces? ¿Interesaba obedecer y ser devoto? No
digamos ya en el pueblo llano, con las obras del Mester de Clerecía,
con lo que hemos visto antes del adulterio: ¿le interesaba a las
muchachas quedarse vírgenes, confinadas en sus casas, esperando a
que sus padres las casaran con un viejo ricachón o que las metiesen
a monjas? Vida de Santa Oria (Gonzalo de Berceo): muchachita
obedientísima a sus papás, muy devotos. Para que no disfrute
los placeres en la tierra, es enclaustrada y emparedada por
sus padres. ¿Le interesaría esto a las chicas del pueblo?
Eduardo
Madrid
Para descargar el modelo de examen, pincha aquí.
Ilustración: Cocodrilo
IGNACIO MALAXECHEVERRÍA, Bestiario medieval, Siruela, Madrid, 1986, 280 páginas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario