Se escogen aquellas flores
más vistosas del campo, separándoles
con cuidado sus coloridos pétalos.
Se pasan por los momentos
más bonitos vividos durante el año.
A continuación, se aderezan
con unas gotas de lluvia y unos
rayos de sol naciente.
Por último, se sirven con
mimo para no dañar la estación
más hermosa del año.
Raquel Vara Pernas 1º ESO
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